Sí, el espectáculo de PP y PSOE lanzándose los trastos a la cabeza por los efectos de la borrasca en Valencia del pasado día 29 de octubre, no resulta un espectáculo edificante. 

También es cierto que si se hubiese avisado antes de lo que venía, a lo mejor se podían haber evitado muchos desastres. Ahora bien, ¿seguro que podemos prever y evitar los desastres naturales?

Es comprensible el cabreo de los afectados cuando las autoridades se pasean, rodeados de policías y de cámaras de televisión por los alrededores de la ruina. Máxime en una sociedad que no se vive, se graba, y cuando la desgracia te cerca a lo mejor las cámaras molestan. 

En todo eso estoy de acuerdo. Ahora bien, ¿seguro que alguien podía haber predicho los efectos de la borrasca? ¿Seguro que alguien podía evitar los daños? ¿Seguro que la culpa no es de la naturaleza y no de la clase política? Lo digo yo, que con tal de darle un palo a Sánchez y Feijóo soy capaz, lo reconozco, de muchas maldades.

¿Y si nadie tuviera la culpa de la DANA de Valencia? Sobre todo, ¿puede el hombre luchar contra la naturaleza? Luchar quizá sí, pero vencerla me temo que no.