No es un figurín, no es un figurón,
para ello hay que ser modelo
en las pasarelas de ocasión.
 
No son famosillos, ni famosos
del montón, aunque salgan día a día
en su mangoneada televisión,
que se pretenden que son Gobierno,
de antigua y milenaria nación.
 
Y así al fin de los sesenta días,
el que es “presi” del gobierno,
que no es un figurín, ni figurón,
ha dado una mala rueda de prensa,
para explicar con extrema devoción,
lo que en su cabeza no posee,
para gobernar a esta pobre población.
 
Gobierno bonito, de ministras
y ministros, solo de pasarela,
pura vanidad, pura apariencia.