Junts ha conseguido lo que quería, que el consejero de la Generalitat indultado, Josep Rull, sea nombrado como presidente del Parlament, gracias al apoyo de ERC y la CUP, a pesar de que ambos preferían que un diputado de los republicanos presidiera la Cámara. 

La elección de Rull podría durar poco, puesto que se han computado los votos a favor de los fugados Lluís Puig y Carles Puigdemont, a pesar de haber sido vetada por el Tribunal Constitucional. El PP ya ha anunciado recurso de amparo ante el Alto Tribunal, buscando que anule la votación. 

Mientras llega la decisión, la realidad es que Rull es el nuevo presidente de la Cámara y la decisión no es baladí: la entente separatista avanza, y puede ser a costa de sacrificar a Puigdemont

Vayamos por partes. Por un lado tenemos a ERC, este apoyo a Rull es el primer paso para 'dejar tirado al PSC': la candidata socialista Sílvia Paneque ha sido completamente derrotada en la votación porque, si en algo coinciden ERC y Junts, es en que no quieren que Salvador Illa presida Cataluña.

Y es que ERC está entre el PSC y Junts. Por un lado se odian con Junts, pero con su alianza con el PSC continúan con la sangría de votos. 

Pero el mayor escollo con Junts tiene nombre propio: Carles Puigdemont. El prófugo tampoco es bien visto en el sector moderado de su propio partido, y ahí es donde la figura de Rull y este nombramiento cobran más peso. Rull es hombre de consenso, no pertenece al ala dura de Junts, pero al mismo tiempo es preso del procés. Hay que convencer a ERC de que colabore con ellos y si el sacrificio es cargarse a Puigdemont, Junts parece dispuesto. 

Es más, todos estan dispuestos a colaborar, ERC y Junts, aunque no rompan en Madrid y mantengan a Sánchez, quieren romper en Cataluña, no quieren a Illa. Por lo que todo está focalizado en el nombramiento de Rull, que podría incluso negarse a un intento de investidura de Illa, alegando que no tiene los apoyos suficientes. 

A lo que hay que sumar la posibilidad de la sombra de un adelanto electoral, que Sánchez se canse de tantas presiones, disuelva las Cámaras y volvamos a las urnas.

En resumen: ha comenzado la batalla contra Puigdemont pero pero también la batalla contra Illa, que no es seguro que pueda presidir la Generalitat. 

Por cierto, el encarcelado Josep Rull ha terminado su principal discurso en un tono frentista, el mismo que en 2017 llevó al procés. De nuevo las acusaciones a Madrid de represión, nada ha cambiado en el indultado y ahora amnistiado Josep Rull: hemos vuelto al Procés.