Contábamos ayer martes en Hispanidad que la cacería contra la presidenta de al Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, continúa. Primero, la desfachatez de García Ortiz, que reconocía los hechos y asumía toda la responsabilidad y, más tarde su número dos, María Ángeles Sánchez Conde, pedía (¿exigía?) a sus subordinados que no admitieran la querella del novio de la presidenta... ¡contra ellos mismos!

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Ante estos hechos, Ayuso ha acusado a García Ortiz de "actuar a la venezolana" por las filtraciones de datos personales de su pareja. La madrileña intrepreta las palabras del Fiscal General como una autoinculpación: "Tenemos un fiscal general del Estado que puede confesar públicamente que es el responsable de filtrar los datos personales de un particular y no pasa nada. Este es el país de la impunidad" y ha recordado a Pedro Sánchez cuando dijo la frase "¿De quién depende la Fiscalía? Pues eso". 

Ha señalado que en España "se está gobernando en contra del adversario político, como en los peores países donde hace ya muchos años se abandonó la libertad para que no haya alternancia".

"Todos los medios públicos que son de todos los españoles. Se está empezando a ver que todas las instituciones del Estado irán contra ese ciudadano si es una diana por ser alguien relacionado con un adversario político".