Este lunes, Isabel Díaz Ayuso ha hecho frente común con la presidenta de Extremadura, la también pepera María Guardiola, en contra del cierre de la central nuclear de Almaraz. Ambas han firmado una declaración institucional pidiendo la ampliación de su vida útil y la presidenta de la Comunidad de Madrid ha subrayado que “no podemos permitir que el Gobierno apague el futuro de España”.

El movimiento de Díaz Ayuso es lógico, si se tiene en cuenta que la central extremeña aporta el 15% de la electricidad de la Comunidad de Madrid. Va en la misma línea que mostró hace unos meses su consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, cuando subrayó que más del 40% de la electricidad madrileña procedía de las centrales nucleares de Almaraz (Cáceres) y Trillo (Guadalajara). Además, un día después de que Sara Aagesen tomara posesión como vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Energética y el Reto Demográfico le pidió “dar marcha atrás y alargar la vida útil de las nucleares”. 

Ahora Díaz Ayuso ha defendido la central extremeña como “esencial para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico nacional y el desarrollo económico regional”. Asimismo, ha referido que algunos estudios estiman que el fin nuclear en España provocaría un encarecimiento del 23% en la factura de la luz para hogares y pymes, así como un perjuicio de cerca de 30.000 puestos de trabajo. Además, ha lamentado que se haya disparado la carga fiscal de la energía nuclear en España un 70% en los últimos cinco años (algo que denunció Foro Nuclear) “para desincentivarlas”, algo que va “en contra de la industria, el empleo, las familias y la digitalización”; así como la campaña “trasnochada y sin rigor de algunos contra las nucleares, porque nos hará “más rehenes de los combustibles fósiles”, incluido el gas de Rusia (que exporta gas natural licuado sin sanciones y en enero fue el tercer proveedor de nuestro país, tras EEUU y Argelia).

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha pedido al Gobierno Sánchez “una política energética apegada a la realidad, sin ideología, con rigor científico y rigor, que esté a la altura de los tiempos, cuide verdaderamente del medio ambiente, la industria, el empleo y la autonomía energética de España”. “Ahora que su vicepresidenta -TeresaRibera- está en la UE y habla sin tapujos de la energía nuclear, quizás es el momento de que tomen nota porque es la encargada de ejecutar esta catástrofe de cierre de las centrales nucleares y luego se pone al frente de la apertura de las mismas en otros países, como hemos visto ahora recientemente con Bélgica”.

Recuerden que este país europeo tenía previsto cerrar sus siete reactores -tres en la central de Tihange y cuatro en la de Doel-, entre 2022 y 2025, y sustituirlos por plantas de gas, pero en marzo de 2022 (cuando se iba a cumplir un mes de la invasión rusa de Ucrania y el inicio de la guerra), rectificó y anunció que no cerraría los reactores Doel 4 y Tihange 3 en 2025, sino que prorrogaría su vida útil 10 años, por tanto, hasta 2035. Ahora, según El Economista, la vicepresidenta ejecutiva para la Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera, ha autorizado ayudas públicas de 32.000 millones de euros, de las que 15.000 millones son para la gestión de residuos y el combustible gastado. Estos reactores serán gestionados por Electrabel y Luminus (filiales de Engie y EDF, respectivamente), así como de BE-NUC (una empresa conjunta del Estado belga y Electrabel que controlará el 89,8% y Luminus tendrá el 10,2% restante). Esto no es baladí y lleva a referir que en España, a principios de mes, la presidenta de Extremadura, María Guardiola, propuso a Pedro Sánchez que el Estado asumiera la gestión de las nucleares españolas, pero salió presto a responder Aagesen, que está siendo aún más mentirosa que Ribera, diciendo que el Gobierno “no ha aumentado los impuestos a las nucleares”, pese al incremento del 30% en la tasa Enresa.

Este lunes, Guardiola se ha mostrado dispuesta a “revisar” la fiscalidad a las empresas propietarias (Iberdrola, Endesa y Naturgy) de la centra de Almaraz si lo hace el Gobierno central con la de tipo estatal. Y por cierto, Aagesen está cabreada con Iberdrola, después de que su CEO en España, Mario Ruiz-Tagle, pidiera diálogo sobre el cierre nuclear y el "agobio económico" y de que el presidente ejecutivo del grupo eléctrico, Ignacio S. Galán, defendiera el mantenimiento de las nucleares en Davos el mes pasado. 

Y por cierto, dentro de este contexto no hay que olvidar que el Congreso de los Diputados aprobó una Proposición No de Ley (PNL) del PP que pide extender la vida útil de las centrales nucleares españolas y facilitar su sostenibilidad económica, frente al calendario de cierres progresivos y la asfixia fiscal que actualmente soportan. Esta PNL salió adelante gracias a los 171 votos a favor de PP, Vox y UPN, así como a las 14 abstenciones de Junts y ERC. Mientras que se registraron 164 votos en contra, entre ellos, los de PSOE, Sumar, PNV, EH Bildu, Podemos y BNG. Tras esto, el PP está preprando una proposición de ley para alargar la vida útil de las nucleares.