Se trata de la primera vez en España que todo un fiscal general -encargado de perseguir el delito- se sienta ante un juez
Esta mañana ha declarado ante el juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, investigado por la presunta filtración de datos confidenciales (delito de revelación de secretos) de un ciudadano particular, Alberto González Amador (novio de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso).
Por primera vez en la historia, el Fiscal General del Estado declara como imputado ante el Tribunal Supremo.
— Pedro Otamendi (@PedroOtamendi) January 29, 2025
Quien debería impulsar la acción de la justicia en defensa de la legalidad, sentado ante el juez por haber cometido un delito.
Así estamos… pic.twitter.com/bGdboW4mYZ
Se trata de la primera vez en España que todo un fiscal general -encargado de perseguir el delito- se sienta ante un juez, acusado, precisamente, de haber cometido uno, y muy grave, según detalló en un auto reciente el juez Hurtado, en estos términos: "Cuando aparece en determinados medios y ámbitos que a Alberto G.A. se le considera un defraudador confeso, sin serlo, con el daño reputacional que ello conlleva”.
Pues bien: según ha trascendido, García Ortiz, ha negado haber filtrado información (ni los correos ni el expediente tributario) sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso, a nadie de la Fiscalía ni de fuera de ella (medios o la misma Moncloa) y que tampoco dio instrucciones para hacerlo. Ha llegado a decir: "La mentira no puede ser un secreto". También ha negado, con énfasis, haber intentado "perjudicar" a González Amador.
García Ortiz también se ha negado a responder a las preguntas de las acusaciones y del juez. Mientras que la Fiscalía no ha querido interrogarle. Solo ha contestado a su defensa, que ejerce la Abogacía General del Estado.
Respecto a por qué borró mensajes precisamente de los días en que sucedieron los hechos, el Fiscal General del Estado ha aducido que suele borrar contenido del móvil -lo ha cambiado seis veces en los últimos años, ha explicado- por razones de seguridad y porque es una obligación legal al poseer información sensible.
El fiscal general del Estado ha mentido en su declaración.
— Pedro Otamendi (@PedroOtamendi) January 29, 2025
Ha dicho que suele borrar el contenido de su móvil ya que maneja información sensible y es una obligación legal.
NO existe ningún protocolo de borrado de mensajes en la Fiscalía. Se lo inventa.🤦🏻♂️pic.twitter.com/4lzkAcr4qT
Asimismo, de su declaración ha traslucido la actitud prepotente de García Ortiz, al considerar vulnerados varios de sus derechos fundamentales, concretamente en el registro de su despacho, durante la instrucción del juez Hurtado, al que además, considera que está «predeterminado». Y ha dejado en el tintero muchas incógnitas.
Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital han revelado que "el fiscal general ha insinuado que la fiscal superior de Madrid Almudena Lastra tuvo también acceso a los correos electrónicos y por tanto, podría haber participado en la filtración". Vamos, que ha tratado de incriminar a una compañera que ha adoptado una postru
Cabe recordar que el juez Hurtado, en un reciente auto veía que "hay una base indiciaria para presumir que" el jefe del Ministerio Público "fue la persona que dirigió los pasos que llevaron a" dicha filtración, "aprovechando la situación de superioridad que ostentaba sobre otros fiscales".
Mañana jueves será el turno de la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez -investigada por el mismo presunto delito que su jefe García Ortiz-. Rodríguez, por cierto, intentó posponer su declaración, pero el juez Hurtado se la negó. Y es la fiscal que propuso a García Ortiz "incorporar cianuro" a la nota de prensa remitida por la Fiscalía sobre el novio de Ayuso.