En el caso Koldo, el Tribunal Supremo investiga la  supuesta trama de comisiones en contratos públicos de mascarillas en plena pandemia, en 2020. En este caso están siendo investigados el exministro de Transportes y exnúmero 2 del PSOE, José Luis Ábalos, su exasesor Koldo García, y el empresario y comisionista Víctor de Aldama.

En concreto, a Ábalos el Supremo le investiga por presunto tráfico de influencias, cohecho, malversación y organización criminal.

Hoy jueves ha declarado en el Tribunal Supremo, en calidad de testigo, una mujer de nombre Jessica Rodríguez, con la que, según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, José Luis Ábalos mantenía una "relación particular": según algunas informaciones era su novia o su amante. 

Según la UCO, Jessica vivió durante dos años y medio en un piso en la Plaza de España cuyo alquiler -2.700 euros mensuales- era pagado por Aldama (por medio de su socio Luis Alberto Escolano) a cambio de favores de Ábalos para los negocios del comisionista.

Además, Jessica fue contratada en dos empresas dependientes del Ministerio de Transportes, Ineco y Tragsatec, y acompañaba al exministro en viajes oficiales, un total de 16 según la UCO, y por los que también cobraba dinero, 1.500 euros por cada desplazamiento (según The Objective). 

Pues bien: Jessica ha declarado hoy ante el magistrado del Supremo Leopoldo Puente que no sabía quién pagaba su piso en Plaza de España -ella no-, en el que residió entre marzo de 2019 y septiembre de 2021, que entró a vivir en él a través de Koldo García y que si tenía alguna dificultad en esa vivienda podía ponerse en contacto con Luis Alberto Escolano y, si no, con el propio Koldo García. 

Jessica también ha asegurado que Ábalos no medió para que fuese contratada en Ineco y Tragsatec y que las gestiones para su contratación las realizó Joseba García (hermano de Koldo). 

Asimismo, ha reconocido que estaba contratada en esas empresas públicas, de las que cobraba un sueldo, pero que no iba a trabajar, según ha adelantado El Confidencial

El pasado 20 de febrero, The Objective informaba de que Ábalos escogió a Jessica de un catálogo de prostitutas que tenía Koldo en su móvil (otros medios dicen que eran catálogos de modelos y azafatas). Ambos se conocieron en el año 2019: en ese momento, ella no trabajaba y cursaba el grado de Odontología en la Universidad Complutense de Madrid. 

Y hoy, The Objective añade que Jessica lidera una red de captación de mujeres para la prostitución de lujo.

El pasado 20 de febrero Ábalos negaba en el Tribunal Supremo haber recibido pagos de ningún tipo -efectivo o especie- del empresario y comisionista Víctor de Aldama a cambio de la adjudicación de contratos públicos para la compra de material sanitario durante la pandemia de Covid-19 y de obra pública. Pero, al término de esa declaración, el juez del Supremo Leopoldo Puente le retiraba el pasaporte, le prohibía salir de España y le obligaba a comparecer cada 15 días en el juzgado. 

Hoy, por cierto, la defensa de Ábalos ha recurrido las tres cosas, argumentando que "carece de un total absoluto riesgo de fuga", que no pretende viajar al extranjero y en caso de que así fuera "tiene obligación de volver dado que es diputado", al margen de destacar que "las cautelares, ante su ya delicada situación personal y popular, denostarían aún más si caben su imagen".