Congreso socialista guerracivilista
Congreso del PSOE en Sevilla, protagonizado por la histriónica Marisu Montero vicepresidente primera del Gobierno y secretaria general del PSOE y por el indocumentado Santos Cerdán. Tal y como estaba previsto, el Congreso de Sevilla consistió en un concurso para ver quién alababa más al líder y a su imputada esposa: ninguna sorpresa.
Como los jueces son los que distinguen entre el bien y el mal, hay que controlar la justicia para que el amado líder salga impune
Lo más llamativo, porque refleja la impunidad en la que ha caído el PSOE con Pedro Sánchez, han sido los aplausos a los condenados, aunque disculpados por el Tribunal Constitucional (TC) del socialista Cándido Conde-Pumpido, expresidentes de la Junta de Andalucía, Mnauel Chaves y José Antonio Griñán. Era la guinda de un pulso a la justicia y a la prensa, los dos enemigos de ese tumor que le ha salido a España, llamado Pedro Sánchez.
Ahora bien, si lo llamativo fue lo de Griñán y Chaves, lo relevante es que el Congreso socialista sitúa a España más cerca del enfrentamiento civil. Sanchez clausuró el certamen con un 90% de los votos que, a pesar de suponer cinco puntos menos que en el anterior, como recuerda el PP, no deja de ser un triunfo total y absoluto del amado líder, con concurso anexo de adhesión inquebrantable: pobre de aquélla -o aquel, como el caso de Óscar Puente o de Óscar López- que no llorara de emoción ante don Pedro. Y atención, que encima promete ser todavía más radical, lo que nos acerca a una situación de enfrentamiento civil que puede acabar -quién ha dicho que no es posible- en guerra civil.
En España se ha creado un peligroso culto a la personalidad... de Pedro Sánchez, claro. Y el asunto ha llegado tan lejos que ya ni nos extraña. Es decir, el tumor Sánchez continúa expandiéndose
En siete años en el trono, Sánchez ha comprendido que el extremismo vende, sobre todo mientras repitas una y otra vez, a través de las pantallas de RTVE, que los extremistas son los otros: la ultraderecha.
Pero es porque la moneda ha caído ahí. No lo duden: Sánchez es un tipo sin convicciones: podría protagonizar, perfectamente, un liderazgo de extrema derecha, a costa de repetir que Sumar es la ultraizquierda y el PSOE la izquierda controlada por la ultraizquierda podemita... sin pestañear.
Más notas del Congreso socialista. El amado líder, que ya no sabe distinguir entre el bien y el mal -es una definición brillante de su persona que he leído en estos días congresuales- propone, algo había que proponer en un Congreso del partido, la creación de una agencia pública de viviendas, que construirá cienes y cienes de viviendas. Recuerden que en elecciones propuso su mega-plan de 50.000 viviendas y en esas nos habíamos quedado: por prometer que no quede.
Zapatero: tras su papel en Venezuela, en lugar esconderse debajo de la mesa, se ha convertido en el alma del Congreso socialista: no es tonto, es un peligro
Al tiempo como es el responsable de la actual impunidad en el asalto a la propiedad privada, es decir, en la 'okupación' de viviendas ajenas, don Pedro ha dicho "no" a una enmienda del PNV para acelerar la expulsión de todos los sinvergüenzas convertidos en okupas... pero acabará aceptándola cuando no le suponga un riesgo con sus aliados de Sumar. Recuerden que la técnica de Sánchez con Yolanda Díaz es la que siempre utiliza con sus aliados: sentirse, y expresarlo, muy próximo a ellos hasta cuando proceda, asfixiarlos. Yolanda Díaz es demasiado tonta para darse cuenta, pero ya empieza a sentir el calor de la pitón.
Más noticias congresuales, todas ellas previsibles: como los jueces son los que distinguen entre el bien y el mal -Sánchez, desde luego, no- hay que controlar a la justicia para que el amado líder salga impune y su esposa, Begoña Gómez, no sufra contratiempos.
Luego está lo más evidente del Congreso: en España se ha creado un peligroso culto a la personalidad... la de Pedro Sánchez, claro. Y el asunto ha llegado tan lejos que ya ni nos extraña. Es decir, el tumor Sánchez continúa expandiéndose y la culpa de su expansión no la tiene él, que tan sólo hace su juego: la tienen los 7,8 millones de españoles que le votaron en julio de 2023. Y como recuerda Santiago Abascal, no me extrañaría que, llegado el momento en que hasta los ciegos vean la realidad del personaje, Sánchez comprenderá que ya no necesita fingir y pasará al Régimen de Chávez y Maduro. Tiene a Zapatero, para que le explique cómo se hacen las cosas en Venezuela.
Lo más importante del Congreso de Sevilla es lo que no se dijo: José Miguel Contreras y José Pablo López (tanto monta, monta tanto) fabricarán la operación 'Amado Líder' desde RTVE y PRISA. ¿Es este el final del Sanchismo? Lo dudo
Por cierto, un ZP maestro de impunes. Tras su papelón en Venezuela, en lugar de esconderse debajo de la mesa, se ha convertido en el alma del Congreso socialista: no es tonto el expresidente, es un peligro.
Así, en pleno Congreso, lanzó aquello de que el mayor bulo de la historia reciente de España fue el del 11-M. Efectivamente, el bulo que lanzó Alfredo Pérez Rubalcaba, que no fue bulo del tonto PP sino del astuto PSOE. A ZP le es igual: miente, sabe que miente y se queda contento si la mentira funciona. La mentira tiene las patas cortas pero funciona durante el breve lapso que se precisa para salir airoso de un trance público.
Señor, nos dijiste que nada hay oculto que no llegue a saberse... pero no especificaste cuándo.
Ojo: lo más importante del Congreso de Sevilla es lo que no se dijo, los dos nombres que no se citaron: José Miguel Contreras y José Pablo López (tanto monta, monta tanto) lanzaran la operación 'Amado Líder' en RTVE y PRISA. Porque toda esta grandísima falacia en la que se ha convertido el Sanchismo, no funcionaría si el único medio informativo tradicional que aún detenta el poder: la televisión, espero que por poco tiempo.
Ahora mismo, RTVE está controlada, con dinero público o semipúblico, por José Miguel Contreras y José Pablo López. Esta es la historia de los dos 'joses', ¡a cual más sectario!, los peones más importantes del Sanchismo de ahora mismo.
¿Estamos más cerca de la Guerra Civil? Sí, creo que sí.