Consejo de Ministros del martes 8 de octubre, festividad de Santa Faustina Kowalska, día apropiado para que sesione el Gobierno Sánchez, dado que la mística polaca es el apóstol de la Divina Misericordia, de la que tan necesitado está nuestro Ejecutivo. 

En breve: PP y Vox son unos chapuzas que no se dieron cuenta del gol que les metía el Gobierno, siempre dispuesto a atender las justas reclamaciones de Bildu, en aras a reducir las penas de los asesinos etarras. El gobierno es canalla, el PP simplemente es bobo. 

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Ahora bien, que Pilar Alegría resuma la canallada gubernamental asegurando que lo que ocurre es que el PP carece de proyecto y de liderazgo -el argumento es nuevo- y que, por lo tanto, recurre a ETA resulta, en el presente caso, como para echarse a temblar. Se puede ser cínica, pero alcanzar el nivel de doña Pilar representa un grado más, quizá varios grados.

Y hablando de cinismo y de terrorismo del PSOE, lean esta nota que envía ‘Gelatina' Álvarez, titular de Exteriores mientra el Consejo de Ministros apoya con entusiasmo la reducción de penas para los etarras.

Reconozco que durante las horas anteriores al Consejo tuve un momento de duda acerca de lo que, horas antes del consejo, decían algunos memes interneteros: que no había habido engaño y que, por tanto, PP y Vox pudieran no haber cometido un error sino ser conniventes en la canallada. 

Luego pensé que no: ¿para qué iba el PP a apoyar a los etarras? Si se tratara de cualquier otra causa noble no digo que el PP no pudiera traicionarnos -lo hace casi a diario- pero apoyar a los etarras.

No, este es un peldaño más en esa escalera sin fin por la que un señor sin escrúpulos, un tal Pedro Sánchez, asciende todo lo que sea menester para mantenerse en el trono. Lo único que define a un ególatra como Sánchez es que carece de límites.

Ahora bien, eso no quita que muchos españoles empecemos a cansarnos de la inoperancia y la estupidez de los diputados del PP y de Vox. Sería un buen momento para dar una lección ejemplarizante. Que rueden cabezas o habrá que pensar que ha sido algo más que un error. 

En cualquier caso, cuando Pilar Alegría toma esos derroteros, ¿estará pensando en los sentimientos de las víctimas, aunque sólo sea por un segundo? 

Se atienden las quejas del presunto injuriado, no del presunto injuriador. De este modo, la susceptibilidad se convierte en norma de obligado cuplimiento

La segunda cuestión del consejo de Ministros, importantísima, como todas las de Yolanda Díaz, se refería a las nuevas normas contra la discriminación del colectivo homosexual.

Atención al virtuosismo, porque, otra vez, una reducción de la libertad de todos se presenta como una ampliación de los derechos de una parte. 

Dice la norma que pretende doña Yolanda que las empresas estarán obligadas a poner los medios necesarios, regulatorios e inspectores para no discriminar al colectivo LGTB pero, aquí empieza a asomar el lobo la patita, y a establecer convenios laborales que creen un "contexto favorable" a la diversidad familiar y sexual... ¿comprenden?  

Calendario: primero exijo que no discriminen a un homosexual por el hecho de serlo. Lo cual está muy requetebién. Lo mismo dice el catecismo de la Iglesia católica. 

Luego exigimos la creación de organismos y convenios que vigilen esas posibles discriminaciones atendiendo a los sentimientos del presunto injuriado no del presunto injuriador. De este modo, la susceptibilidad se convierte en ley. Ya saben: "no me molesta que me llamen Pepe, lo que me fastidia es el retintín con que lo dicen".

La cosa acaba en que cualquiera que defienda la familia natural la de toda la vida, la de un hombre con una mujer, está perpetrando discriminación contra los que creen que existen 300 tipos de familia (incluida perro con árbol) o que cualquiera que defienda la heterosexualidad, lo de toda la vida y lo que ha mantenido a la raza humana sobre la faz de la tierra, sea reo de atentado contra la diversidad sexual y discriminador del colectivo LGTB. 

Está inversión de la carga de la prueba, tan propia de los delitos de odio, donde el acusado debe defender su inocencia, se traspasa ahora al mundo de la empresa: la compañía que no se ponga al servicio de las denuncias del colectivo LGTB, será condenada. 

¡Grandes sos, Yolandísima! 

¿Tendrá éxito la nueva norma? Por el momento sí, y en su nombre se cometerán muchas injusticias pero a la postre no, porque lo malo de los delitos de odio, de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) o de cualquier otra majadería progresista es que en teoría suenan bien... hasta que se ponen en práctica: entonces se deja ver todo su ridículo, que es mucho. 

¡Grande sos, Yolanda! Ayer en Inditex, hoy en el Consejo de Ministros... ¿cuál será la próxima ocurrencia, perdón, el próximo derecho a regular por la vicepresidenta Díaz? 

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No sé qué haríamos sin Yoli.