Consejo de Ministros del martes 28 de mayo de 2024. Un momento histórico, el del reconocimiento del Estado de Palestina, lo cual, sin duda, traerá la paz a Tierra Santa. Todo gracias a Pedro Sánchez, quien, laborioso como es él, nos despertó con una declaración institucional dedicada al reconocimiento a tan histórico evento. Pedro traerá la paz a Palestina, que nadie lo dude. Lo cierto, empezando por el final, es que le reconocimiento del Estado Palestino no ha hecho más que encrespar a Israel, que se siente injustamente ofendido: primero es víctima de un odioso atentado terrorista, y ahora sus aliados naturales le llaman genocida. En este instante, Israel está dispuesto a morir matando.

Sale a escena Pilar Alegría, teniendo a su diestra al titular de Exteriores, José Manuel Albares, que no cabía en sí de gozo, y al titular de comunidades autónomas y memoria histórica, dos temas directamente relacionados, como es sabido. 

Y si Pedro Sánchez había calificado el día como histórico, Pilar Alegría, no se lo van a creer, aseguró la historicidad de este día. Pero antes, hay que recordar que doña Pilar está emocionada con la ayuda que el Gobierno va a prestar a Ucrania, con el pequeño detalle de que a sus socios de Sumar no les gusta y que, además, Sánchez ha vuelto a engañarnos a todos, al hablar de una inversión de 1.100 millones de euros en Defensa y resulta que no eran otra cosa que armas regaladas a Ucrania. Vamos, que ni inversión, sólo gasto, y además armas para un país en guerra. Y quizás haya hecho bien en proporcionar armas a Ucrania,no digo ue no, pero simplemente nos ha vuelto a engañar a todos, empezando por tomarle el pelo a su vicepresidenta, Yolanda Díaz.   

La portavoz del Gobierno ha anunciado una norma sobre seguros de automóvil, pero no nos dice nada sobre ella. Al mismo tiempo, el Gobierno que gobierna, es decir, que reparte subvenciones, donará 17 millones de euros para los sindicatos, entre 74 organizaciones sindicales... aunque naturalmente la parte del león se la llevan CCOO y UGT, que para eso son las que apoyan al Ejecutivo.

Tiene mucha razón Vox: si el aborto es salud reproductiva lo mejor para el dolor de cabeza es la decapitación. Pero Pilar Alegría responde: lo que ocurre es que Vox odia a las mujeres, por eso se opone al aborto

También tuvo su parte, Ángel Víctor Torres, que presenta recurso de anticonstitucionalidad contra la Ley de Concordia de Aragón, además de poner cómo no digan dueñas a las comunidades de Castilla y Murcia, asimismo del PP. Todas ellas tienen en común una cosa: quieren olvidar la fratricida guerra civil mientras que el Gobierno quiere desenterrar cadáveres.

En este punto es cuando el ministro Víctor Torres se le escapa la verdad del recurso contra la norma aragonesa: "no podemos caer en la igualación de los muertos". Es decir, que no es lo mismo haber sido asesinado por un republicano que por un franquista. Tengan en cuenta que el primer asesino era demócrata. 

El ministro Torres clama: "Si quieren concordia, ¿por qué invisibilizan a las víctimas de Franco? Y ¿ustedes? ¿por qué invisibilizan a las víctimas de los republicanos, que fueron muchas más?

Además, Pilar Alegría, que no podía faltar a la orgía de progresismo que se expandía por la mesa de la sala de prensa de Moncloa, arremetía contra el diputado de Vox, Carlos Flores, quien aseguró que el aborto es “un medio para garantizar la salud reproductiva” como la “guillotina lo es para acabar con la tos”. Y a mí que me parece que se trata una gran comparación. En efecto, si el aborto es salud reproductiva la mejor manera de acaba con un dolor de cabeza es la decapitación.

Ahora bien, la estrella del momento, se le veía muy consciente de ello, era el titular de Exteriores, José Manuel Albares. En lugar de pensar con la vieja fábula que si me aplaude le cerdo muy mal debo bailar, Albares se mostraba emocionado ante los aplausos internacionales que recibía y repetía que no caería en la estrategia del Gobierno israelí que no quiere hablar de paz.

En cualquier caso, Sánchez plantea ahora otro ejercicio de propaganda, con la convocatoria de una conferencia de paz internacional para la creación de dos Estados con la frontera de 1967. Al parecer, nadie ha enseñado, ni a Sánchez ni a Albares, que antes de 1967, los palestinos ya controlaban Jerusalén oriental. Fueron precisamente ellos quienes pretendieron tomar Jerusalén Oeste. Fueron derrotados por los judíos y expulsados de Jerusalén Este. 

Olvidan también, tanto Sánchez como Albares, que los palestinos siempre han empezado las guerras, lo que ocurre es que siempre las han perdido. 

No, el reconocimiento del Estado de Israel servirá para exacerbar aún más, los ánimos, entre otras cuestiones porque sobre la injusticia es terreno resbaladizo y fangoso  sobre lo que resulta difícil construir. Y lo cierto es que hay muchos terroristas en Palestina que primero han asesinado a sangre fría a 1.200 judíos y luego se han refugiados en Gaza poniendo a sus hijos como escudos antes los israelíes. Ante eso, lo urgente no era reconocer al Estado palestino sino lograr un alto al fuego.