Consejo de Ministros del 25 de junio. Pilar Alegría ofrece su sermón, acompañada de Marisu y Ana Redondo
Consejo de Ministros del 25 de junio. Pilar Alegría ofrece su sermón, pero todos esperamos a que surja la líder de la economía, ha crecido en un 2,5%. María Jesús Montero siempre te mete el gol, por debajo o por la escuadra, pero es imposible evitarlo. Es una virtuosa de la mentira pero siempre estás deseosa de creerla: es tan bonito.
Total, que el Gobierno ha aprobado un decreto de subvenciones a gogó: el aceite de oliva tendrá IVA cero y se rebaja el IVA de otros alimentos, se alargan las ayudas para coprar un coche eléctrico, que casi nadie quiere por lo carísimos que son, se amplía el bono eléctrico y, atención, se produce la gran bajada, así lo asegura Marisu, del IRPF. Hemos vuelto al escudo social, expresión esta que Marisu le roba al defenestrado Pablo Iglesias.
Ahora bien, todo ese paquete de ayudas a los vulnerables, naturalmente, no alcanza ni los 3.000 millones de euros de coste para el Gobierno. Más que ayudas, son limosnas y bastante rácanas. Porque ahora comparen esa cifra, no llega insisto, pero quédense con esos 3.000 millones, que suman las rebajas impositivas y subvenciones públicas que donosamente nos regala Marisu y compárenlo con el incremento de recaudación, del más del 10%, sólo del IRPF, sólo en 2023, que superó... los ¡12.000! millones de euros.
Vamos que el Gobierno nos ha vuelto a tomar el pelo: le damos 12.000 y no devuelve 3.000... y presume de su desvelo por los españoles.
Marisu presume, que para eso es ministro de Hacienda, de que ha reducido el déficit del Estado en 60.000 millones de euros desde que está en el Gobierno, cuando Sánchez llegó... pero no dice que esos 60.000 millones de euros son la quinta parte de lo que, durante ese mismo periodo, ha aumentado la deuda pública, más de 300.000 millones de euros.
¡Pero qué cara más dura tienes, Marisu!
Pero prefiero a una caradura como Marisu a una enloquecida ultrafeminista, como la ministra de Igualdad. No recuerda a una verdulera insultona, como su antecesora en el cargo, Irene Montero. Es más, en un principio, Redondo me pareció una señora incluso normal, hasta que perdió los papeles en un ataque de histeria en el Congreso, bramando, fuera de sí contra la oposición. Alguien le debió recetar un valium.
Pues bien, Redondo, para celebrar la semana del Orgullo Gay, ha decidido llevar al Tribunal Constitucional, controlado por los socialistas, las dos normas de Isabel Díaz Ayuso contra la ley Trans, perpetrada por Irene Montero y respaldada por Ana Redondo que no está dispuesta a quedarse atrás en esta carrera por la salvajada.
Lo que está haciendo la ministra Ana Redondo es imponer la transexualidad 'obligatoria'. Lleva al TC las suavísimas leyes de Ayuso que tan sólo intentaban que el cambio de sexo no fuera la ocurrencia de un adolescente, sino que, la menos se tuviera qua pasar por un examen psicológico. No era mucho pero era algo. Pues ni eso. Con Ana Redondo, la salvajada trans queda blindada en España.
Justamente cuando un montón de países, que ya se han llevado las manos a la cabeza, al grito de "Pero, ¿qué hemos hecho?".
Insisto: yo me quedo con la embustera. Con Marisu, sólo pierdes dinero, con Redondo pierdes la razón.