Consejo de Ministros del martes 9 de mayo. Salen a escena la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, más tensa que nunca, acompañada de las titulares de Educación, Pilar Alegría, y de Raquel Sánchez, responsable de Vivienda. 

Primera noticia: la portavoz anuncia un recurso de anticonstitucionalidad del Gobierno contra la Comunidad de Madrid. Asómbrense: Isabel Ayuso creó una agencia para defender a los discapacitados del miserable de turno que pretenda eutanasiarles, bien porque les resulte una molestia, bien por quedarse con sus bienes, que todo es posible. Esa agencia intentaba judicializar los casos más sangrantes, para que fuera un juez quien decidiera si el susodicho debe ser muerto o no.

Pues bien, según el Gobierno la agencia quiebra el principio de seguridad jurídica y se entromete en las competencias del Estado central, amén de cuestionar el derecho a la muerte digna. La verdad es que la eutanasia no es sino muerte administrada por un tercero: un suicidio, que es el peor de los homicidios, un asesinato o, en el mejor de los casos, un ensañamiento con el débil. Y muy, muy cobarde, pues se ensaña con los impedidos, retrasados, ancianos, niños, etc.

Para entendernos, el Gobierno promulga la eutanasia, luego va ampliando ese derecho hasta el abuso y ahora asegura que cualquiera que quiera oponerse, al menos matizar, siempre en el marco de la ley, está cometiendo anticonstitucionalidad. A Conde Pumpido vas.

La otra noticia del día era el nuevo cupón preelectoral de Don Pedro Sánchez. Aval de vivienda para acceder a una vivienda. Y aquí empieza el festival de embustes del Ejecutivo sociopodemita. Los podemitas se cabrean porque está beneficiando a propietarios (aspirantes a propietarios) y aquí nadie puede poseer nada en propiedad salvo los prebostes podemitas como Irene Montero y Pablo Iglesias.

Raquel Sánchez asegura que no hay que demonizar a los que aspiran a tener una vivienda en propiedad (que son 3 de cada cuatro hogares españoles. Sí, tres de cada cuatro). Como si hubiera que pedir perdón por ser el propietario de una vivienda, con hipoteca. Ya saben que este Gobierno odia a las clases medias y a las pymes.

Pero, sobre todo, como siempre ocurre con Sánchez, hay que leerse la letra pequeña del prospecto, Antes que ninguna otra cosa, el Sanchismo es una enorme mentira. Ahora resulta que el aval podrá llegar hasta el 20%, lo que no presta al banco, pero, sobre todo, señores, ¡que esun aval", y un aval no es mucho. No reduce deuda, facilita el endeudamiento, que es distinto, salvo que se perpetre con la pervertida intención de no pagarse. Entonces estaríamos hablando de una picaresca oficial frente a una picaresca privada. 

Mentiras, más mentiras... y el Sanchismo.