Menos mal que gobiernan con nosotros
Rueda de prensa, bastante repugnante, que sucedió al Consejo de Ministros del martes 17 de enero. En el estrado, los insultos de Isabel Rodríguez, el cinismo de doña Nadia Calviño, y la insoportable levedad de Ione Belarra.
Realmente el Consejo sólo había aprobado una financiación para la línea del metro de Sevilla y el borrador de otro disparate podemita: la ley de servicios sociales. Por tanto, había que montar el numerito, siniestro, claro está, del aborto y de la gran mentira del momento, a cargo de Nadia Calviño: la economía española va de cine y todo gracias a Pedro Sánchez y a ella misma. Recuerden: este Gobierno no tiene abuela.
Empecemos por el aborto y por la cuestión principal de toda esta repugnante desfachatez de la izquierda española y la aún más repugnante cobardía de la derecha española: ¿Enseñar una ecografía a una madre que va a abortar o exigirle que antes de matar a su hijo escuche cómo late su corazón es anticonstitucional, tal y como asegura la portavoz, Isabel Rodríguez? ¿Pero esta gente del PSOE y de Podemos, al igual que los del PP, dicho sea de paso, dónde tienen la conciencia?
¿Enseñar una ecografía a una madre que va a abortar o exigirle que escuche cómo late su corazón es anticonstitucional? Pero, ¿esta gente del PSOE y de Podemos, al igual que los del PP, dónde tienen la conciencia?
Nuestra ministra de asuntos territoriales, anuncia que el Gobierno recurrirá la decisión de Castilla-León: llevará a la Junta castellana a los tribunales -los que no querían judicializar la política- porque va contra las leyes y contra la Constitución española. Se trata del paso previo a un conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional.
Más cinismo: "No vamos a retroceder ni un milímetro en los derechos de la mujer". El domingo hicieron un requerimiento a la Junta, paso previo para un conflicto ante el Tribunal Constitucional, que ahora Sánchez controla con una desfachatez inigualable. El Constitucional de Conde-Pumpido hará lo que Sánchez diga que haga. La infamia sigue su curso.
De hecho, la primera pregunta es muy lógica: se va a recurrir algo que no se sabe lo que es y tan siquiera se sabe si existe, dado que Fernández Mañueco, otro cobarde, ha dicho que no hay cambio alguno. Pero se trata... "es una tropelía y una aberración", vaya que sí.
Del cinismo sobre el aborto pasamos al cinismo sobre lo bien que marcha la economía española. Y ahí, la medalla de oro se la lleva la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que tampoco tiene abuela -"el Consejo de Ministros, que en esta ocasión he presidido yo"- ha presentado un informe económico. Les ahorro los pormenores con este compendio: la economía europea va bien gracias, al liderazgo paneuropeo de Pedro Sánchez, y la economía española es la mejor de Europa. Palabra de Nadia.
Dos detalles del cinismo de Calviño: las cifras de empleo españolas son las mejores de la historia... pero somos el país con más paro de Europa. Otro: la deuda pública está controlada... pero acaba de batir un nuevo récord histórico -anunciado justo dos horas antes de que Calviño empezara a hablar- y nos cuesta el doble que hace un año.
Por su parte, la ministra de Asuntos Sociales, un genérico que lo abarca todo, de nombre Ione Belarra, nos anuncia otro anteproyecto, la Ley de Servicios Sociales, otra colección de subvenciones que, encima, no aporta ninguna nueva subvención. Simplemente es intentar sacarle a Hacienda -y lo conseguirán- más dinero, el de todos los españoles que pagamos impuestos, para los habituales -majaderos- subsidios podemitas.
Señores: este Gobierno es una ruina económica y una podredumbre moral llamada aborto: márchese, señor Sánchez.