En octubre de 2021 el Gobierno vasco asumió la competencia de prisiones, que hasta entonces era exclusiva del Estado. Porque para contentar a los socios nacionalistas del PNV y de EH Bildu que le mantenían -y le mantienen- en el poder, Pedro Sánchez les dio lo que pedían.

Desde entonces, el PNV ha acometido una política penitenciaria digamos que muy cómoda para los presos etarras, a los que les ha concedido el tercer grado y les ha permitido salir de prisión sin vigilancia, hasta el punto de que presos comunes de cárceles vascas han denunciado trato de favor a los presos etarras, con privilegios como más permisos, trabajos remunerados o que no deban compartir celda. 

Lo último que se ha conocido ha sido que el Gobierno vasco (del PNV, que gobierna en coalición con el PSE-PSOE tanto en la anterior legislatura como en la que ayer se inició) ha concedido el tercer grado a cinco presos etarras, cuatro de ellos con delitos de sangre a sus espaldas. 

Uno de esos cinco presos etarras beneficiados ha sido José María Arregui Erostarbe, alias ‘Fiti’, condenado por el atentado en la casa cuartel de Zaragoza de 1987, en el que murieron once personas, cinco de ellos niñas menores de edad. 

Se da la circunstancia de que a Fiti ya le había sido concedido el tercer grado por el Gobierno vasco hasta en dos ocasiones pero ambas fueron echadas atrás por la Audiencia Nacional, que sentenció que no cumple los requisitos para ello.

Y es que, tal y como denunciaba el diputado vasco del PP Javier de Andrés, José María Arregui Erostarbe no ha mostrado arrepentimiento alguno por sus acciones:

Los otros cuatro presos etarras beneficiados por el tercer grado han sido Juan Carlos Subijana Izquierdo, Manuel Miner Villanueva, Garikoitz García Arrieta y José María Novoa Arroniz.

Por ello, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha denunciado en una nota de prensa que el Gobierno vasco está siguiendo una estrategia «deliberada y cada vez más acelerada» de concesiones de terceros grados a miembros de ETA que no están arrepentidos de sus crímenes. 

«Todos estos presos de ETA son exhibidos constantemente por los satélites de la izquierda abertzale, principalmente SARE y Etxerat, así como por el propio SORTU, en sus manifestaciones en las que se exige su excarcelación, lo cual prueba que no están arrepentidos», afirma Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE. «Es público y notorio que la izquierda abertzale prohíbe a los presos de ETA el arrepentimiento y la colaboración con la justicia, y sin cumplir con estos dos requisitos no se debería poder progresar al tercer grado, puesto que así está establecido en la ley».

COVITE

COVITE critica que estas «excarcelaciones encubiertas» de presos de ETA se estén produciendo ante «un silencio generalizado y atronador». «Ni el PSE, socio de Gobierno del PNV en la anterior legislatura y en la próxima, ni los partidos de oposición, ni las asociaciones de víctimas -excepto COVITE- están diciendo absolutamente nada de este fraude que afecta muy directamente al derecho a la justicia de las víctimas de ETA. Todos aquellos que clamaban contra los acercamientos de presos de ETA a cárceles vascas, cuando no es un derecho de las víctimas elegir en qué cárcel deben cumplir su pena, ahora callan ante estas concesiones de terceros grados. ¿Por qué? ¿Acaso no es mucho más grave que se excarcele a los presos de ETA burlando nuestras leyes, que el hecho de que sean trasladados de una cárcel a otra?», censura Consuelo Ordóñez. «Se está siguiendo a rajatabla una de las exigencias de ETA para dejar de matar, que era la excarcelación de sus presos con trampas al Estado de Derecho».

Y a todo esto, Imanol Pradales (PNV) tomó ayer posesión como nuevo lehendakari del Gobierno vasco (gracias al apoyo del PSE-PSOE) destacando que la desaparición de ETA fue uno de los logros «más importantes» de la década anterior, puesto que acabó con «demasiados años de terror, injusticia y dolor«. «Dejamos de contar personas asesinadas, heridas, amenazadas o chantajeadas. Dejamos de abrir periódicos e informativos entre lágrimas y rabia».

Por su parte, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, instó a EH Bildu a «llamar a ETA por su nombre». 

Entonces, Íñigo Urkullu, Andoni Ortúzar, Imanol Pradales y Eneko Andueza. ¿Por qué concedéis el tercer grado a los presos etarras? ¿Por qué sois tan hipócritas?