Un alegre regocijo reina en la Administración española: se buscan facturas de comidas castrenses para llegar al 2% del PIB en defensa. 

No es coña: si el presidente del Gobierno español ya tenía fama de fullero en Bruselas, sede de la UE y de la OTAN, ahora ni les cuento. Su 2% del PIB para Defensa es un cajón desastre en el que se mezclan un montón de cosas, algunas de las cuales tienen poco que ver con el rearme español al que Sánchez se había comprometido. Como decía un alto cargo militar, para llegar a ese 2% se deben estar metiendo hasta facturas de comidas con militares. Pero lo que sí es cierto es que en todos los ministerios se rascan gastos no ejecutados para introducirlos en el mismo... cajón desastre. Lo que es tanto como decir que más que aumentar el gasto en defensa, lo que está haciendo Moncloa es "reasignar" otras partidas a gastos de Defensa. El verbo reasignar no es mío, sino que se lo debo a una genialidad del periodista Juande Portillo: no ha aumentado el presupuesto de Defensa, sino que se han 'reasignado' partidas. Esto recuerda cuando en el Banco de España hablaban de 'periodificación de costes', una manera como otra cualquiera de ocultar la realidad contable. 

En otras palabras, ¿está Sánchez haciendo trampas con nuestros aliados de la OTAN y de la Unión Europea? Eso parece. Y si no estamos haciendo trampas a nuestros socios, nos estamos haciendo trampas en el solitario. Y esto tiene, no mucho, sino todo, que ver con el hecho de que Indra se haya hundido hoy en bolsa. Lógico: los inversores esperaban que Indra recibiera un aluvión de carga de trabajo gracias al rearme de Sánchez... y ahora resulta que el tal rearme se queda en la mitad de la mitad. 

En resumen, puedes rearmarte o no rearmarte, puedas entrar en una "deriva militarista" o puedes optar por la "España pacifista". Lo que no puedes es comprometerte a rearmarte y luego, hacer trampas con las cuentas. Porque no parece que, por decir algo, la lucha contra el cambio climático vaya a defender a Europa de sus grandes enemigos. 

Conclusión: Indra se hunde en bolsa. 

Y horas después de la aparente presentación de Pedro Sánchez, afloran las diferencias de pacifismo en el seno del Gobierno. Y así, Yolanda Díaz, vicepresidenta del Ejecutivo y líder de Sumar, exige a Sánchez el cese del titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, acusado de comprar armas a Israel, Estado 'genocida' en general, y muy poco recomendable para un progresista, en particular. Y es que, esto del pacifismo es algo muy complicado.