Por primera vez un socialista presidente del Gobierno se reunió con EH Bildu. En la imagen Santos Cerdán, Pedro Sánchez, Mertxe Aizpurúa y Gorka Elejabarrieta
Las palabras del candidato de EH Bildu a lehendakari, Pello Otxandiano, calificando a ETA como un "grupo armado" en vez de como una banda terrorista que asesinó a más de 800 personas han supuesto un antes y un después en la campaña de cara a las elecciones vascas de este 21 de abril.
Estas palabras de @PelloOtxandiano evidencian que la fascinación por ETA sigue siendo un elemento fundamental del proyecto político de @ehbildu.
— COVITE (@CovitePV) April 16, 2024
No hay eufemismo que oculte su convicción de que el terrorismo de ETA fue necesario, justo y legítimo. https://t.co/dBXWXtH7ec
Partimos de la evidencia de que Otxandiano ha sido coherente con lo que es EH Bildu, la coalición en la que se integran los herederos de Batasuna, brazo político de ETA y que nunca ha condenado los asesinatos de la banda terrorista, una banda criminal que tampoco ha ayudado a esclarecer los asesinatos de ETA que quedan sin resolver. Es decir, que EH Bildu avala la violencia en caso de que sea necesaria para conseguir sus fines políticos.
Esa evidencia ha sido intencionadamente ocultada por Pedro Sánchez y su PSOE, porque le interesaban los votos de los diputados bildutarras para poder seguir siendo presidente del Gobierno el pasado 23 de julio y necesitaba los votos de los diputados navarros de Bildu para hacer presidenta de Navarra a la socialista María Chivite. Y todo esos votos tuvieron un precio: la alcaldía de Pamplona, que el PSOE entregó recientemente a los batasunos.
Todos recordamos a Pedro Sánchez asegurando ‘hasta 70 veces 7’ “con Bildu no vamos a pactar”:
Así que la hipocresía del PSOE escandalizándose ahora por las palabras de Otxandiano es supina. De hecho, la portavoz del Gobierno Pilar Alegría no sabía por dónde salir ayer cuando le preguntaron por lo de Pamplona, "que si fue un caso concreto, que si llevaban 3 años sin presupuestos municipales...".
Hipocresía pura y dura. Igual de hipocresía la de todos aquellos que condenan el ataque -muy bien condenado, por cierto- con gas pimienta sufrido ayer por el candidato del PNV a lehendakari, Imanol Pradales (el agresor ya ha sido detenido), pero no condenan las agresiones sufridas por los miembros del partido Vox cuando hacen campaña electoral en el País Vasco.
Estas hipocresías del PSOE son las que, con toda la razón del mundo, indignan a las víctimas del terrorismo. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), por ejemplo, ha destacado: "El mismo discurso de siempre aunque ahora vayan con americana y camisa en vez de con txapela y pasamontañas".
No podemos permitir que alguien que se niega a condenar el terrorismo de ETA, blanqueándolo hasta límites insospechados ("¡grupo armado!") nos hable de pensiones, sanidad o educación. Más de 800 asesinados/as en España no se pueden obviar ni blanquear.
— AVT (@_AVT_) April 16, 2024
En cualquier caso, todo apunta en el País Vasco a una renovación del acuerdo entre PNV y PSOE -si les dan los números- para poder seguir gobernando Esta región de España. Aunque, para disimular, Pradales decía esta mañana en TVE: "Es importante una mayoría fuerte del PNV, para evitar tentaciones de Sánchez" (de pactar con Bildu, claro).