Esta mañana, la Comunidad de Madrid ha anunciado que su presidenta, Isabel Díaz Ayuso (PP), ha rechazado la invitación de Pedro Sánchez a reunirse con él en el Palacio de la Moncloa, el próximo viernes 25 de octubre, dentro de la ronda de encuentros que está manteniendo el presidente del Gobierno con los presidentes de las comunidades autónomas. 

Las razones que ha aducido Díaz Ayuso para declinar la invitación han sido, por un lado, el pacto de Sánchez con los 'indepes' catalanes de ERC en materia de financiación, que la presidenta madrileña considera que va a ser "letal para el Estado de Derecho, la unidad de España y la solidaridad entre regiones". "No puede darse por válida esta decisión a hechos consumados que nunca se ha consultado ni con los presidentes autonómicos ni con el pueblo español en programa electoral alguno. No se puede normalizar lo que no lo es", dice el comunicado del Gobierno regional de Madrid

Y la segunda razón que arguye la presidenta madrileña para no reunirse con Sánchez es la costumbre de este de insultarla como "corrupta", una acusación y otras similares que "los ministros han recibido la orden de repetirlas durante las últimas horas, en una campaña inaceptable e impropia de un Gobierno contra una administración inferior", acusa Díaz Ayuso. 

De hecho, así ha sido y en el Gobierno sanchista, sus más fieles 'hooligans' ya están reaccionando a este comunicado del Gobierno regional de Madrid. Uno de ellos, el ministro para la Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, con una actuación bastante impostada, ha calificado de "gravísimo" y "un hecho sin precedentes" que Ayuso plante al presidente del Gobierno. "Lo más injusto que hay es buscar el empate, 'el todos son iguales' (…) Ayuso es la única presidenta que no es capaz de mantener un mínimo de respeto institucional ni a sí misma, ni al cargo que representa. Tiene la obligación de acudir. Lo demás es esa forma tan detestable de hacer política que tantos puentes rompe y que es inútil para los ciudadanos”, ha añadido el ministro.  "Todos sabemos que Ayuso representa la peor política. Ha decidido hacer del choque y del fango su política permanente. ¿Por qué? Porque eso le permite tener que dar explicaciones sobre las residencias en Madrid o lo que hace ella en la Comunidad de Madrid. Ayuso ha convertido Madrid en el epicentro del fango y la corrupción”, ha proseguido López. 

Por su parte, otro 'hooligan' de Sánchez, Óscar Puente, ha criticado la decisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid con estas bellas palabras: "Ayuso es una aportación tóxica a nuestra convivencia y a nuestra sociedad". "Sánchez no tiene la culpa de que ella conviva con un defraudador confeso. No tiene la culpa de que ella viva en un ático que parece que ha sido sufragado con dinero estafado al conjunto de los españoles". 

La jeta de Puente alcanza proporciones siderales, si tenemos en cuenta el caso Begoña Gómez, por el que la esposa del presidente está siendo investigada, por los presuntos delitos de tráfico de influencias. 

Y aquí una opinión que no podía faltar, la de la vicepresidenta Tercera, Yolanda Díaz.

El PP, por boca de su vicesecretario de Cultura y portavoz, Borja Sémper, ha mostrado su apoyo a Díaz Ayuso, aunque con matices: el PP prefiere "preservar las institucionalidad" y decirle a Sánchez las cosas "a la cara”. Aunque Sémper ha proseguido: "Hace 48 horas el presidente del Gobierno llamó corrupta a Isabel Díaz Ayuso. Es decir, podemos entender que esa relación institucional está absolutamente rota. Y podemos también, y esta es nuestra opinión, llegar a la conclusión de que esto no es responsabilidad de la presidenta de la Comunidad de Madrid, sino de Sánchez".

En paralelo, la pareja de Ayuso, Alberto G. Amador, se ha querellado contra Pedro Sánchez y contra el ministro de Justicia, Félix Bolaños por llamarle delincuente