La central nuclear de Trillo será la última en cerrar en nuestro país dentro del calendario progresivo establecido que Sánchez y Ribera se niegan a enmendar
La demagogia de Pedro Sánchez y Teresa Ribera no tiene límites. El último ejemplo se puede ver en su doble vara de medir con la energía nuclear, porque no tienen reparos en marginarla en España, mientras la ‘aceptan’ en la Unión Europea.
Los dos y el resto del Gobierno, ahora en funciones, quieren cerrar los siete reactores españoles de forma progresiva entre los años 2027 y 2035. Así se recoge en el acuerdo entre PSOE y Sumar, y los cuatro primeros cierres se incluyen en la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que se ha remitido a Bruselas. Todo ello, a pesar de que los siete reactores producen electricidad sin emitir CO2 y aportan el 20% de la que se consume en nuestro país. Además, Sánchez y Ribera hacen caso omiso al varapalo del Círculo de Empresarios, que ha defendido el alargamiento de su vida útil, así como la de ciclos combinados y centrales de carbón, para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico. Un alargamiento nuclear que en los últimos meses también han defendido el pepero Alberto Núñez Feijóo y hasta el sindicato UGT, además han crecido los que no ven tan claro el adiós nuclear (Endesa, Iberdrola...).
En el entretanto, a Sánchez y a Ribera no les queda otra que ‘tragar’ con la nuclear en la UE, la misma que ahora España preside de forma temporal hasta el final de año y se cuelga toda medalla posible. Por ejemplo, con la pequeña reforma del mercado eléctrico europeo, donde en los contratos por diferencia también se incluye a la energía nuclear (sin duda, porque es estratégica y vital en Francia). Asimismo, también aparece en la Net Zero Industry Act, la estrategia de descarbonización que incluirá incentivos y financiación buscando ser contrapeso a la Ley de Reducción de la Inflación (más conocida como IRA por sus siglas en inglés) estadounidense. Y con esta postura, tanto Sánchez como Ribera buscan también otra cosa: ganar más apoyos de los países para que Nadia Calviño presida el Banco Europeo de Inversiones (BEI)... y Ribera escale a vicepresidenta primera del Gobierno... y a futura comisaria europea.