Entrevista al portavoz de una manifestación contra una cruz que es nacional católica y diciendo tenemos que expulsar a los benedictinos porque defienden a Franco. Asegura que el Gobierno no ha desarrollado la Ley de Memoria Democrática: ¡menos mal! Es lo que se ocurre cuando se promulgan leyes vengativas; que cuando se van a aplicar se ve el tamaño de la estupidez cometida y tratan de retrasarse los desarrollos.

Pero como llevan dos años sin reglamento, la Ley de Memoria Democrática ha cabreado a quien se lo creyó. Por ejemplo, a la izquierda radical. 

Mañana del lunes 21: manifestaciones de esa izquierda radical para exigir ese desarrollo de la ley. El portavoz de los manifestantes exhala una perorata que, al parecer, se conoce muy bien, y que acaba, miren por dónde, en el Valle de los Caídos, perdón, Cuelgamuros. Nos explica que hay que derribar la cruz, la mayor cruz del mundo, porque es una cruz franquista. ¿Cabe estupidez mayor? Las cruces no son ni fascistas ni comunistas, son la cruz de Cristo, que se encarnó hace bastante antes del nacimiento del Franco. Total, son cruces cristianas, no franquistas.

Y ya por la misma, asegura nuestro sabio que hay que echar a los benedictinos, los monjes del Valle, ¿por qué? Está clarísimo, porque apoyan a Franco, De hecho, yo he oído musitar a los beneditinos y había uno que bisbiseaba: ¡Viva Franco! ¡Arriba España! Son muy peligrosos.

Hay que destruir la cruz del Valle de los Caídos porque es una cruz franquista y hay que echar a los benedictinos porque defienden a Franco. De estas barbaridades es de lo que estamos hablando

En resumen, dos años de la Ley de Memoria Democrática... y amnésica. Fueron los republicanos los que asesinaron... primero, más y mejor, a todo aquel que fuera católico, militar o de derechas, pero la Ley de Memoria Democrática está empeñada en convertir a los homicidas en víctimas.

Y siempre ocurre lo mismo con las mentiras del Sanchismo: la izquierda radical exige al Gobierno que desarrolle la ley en versión venganza y mentira... históricas. ¡Lógico!