Los nuevos consejeros de Pere Aragonés presidente de la Generalitat, son: Natalia Mas, consejera de Economía y Hacienda; el socialista Joaquim Nadal para Investigación y Universidades; Carlos Campuzano para Derechos Sociales; Gemma Ubasart (Podemos), que va a Justicia, Derechos y Memoria; Manel Balcells, para Sanidad; Meritxell Serret a Acción Exterior -sí, un ministerio de extranjero- y Juli Fernández, titular de Territorio.

Tras la ruptura con Junts, Aragonés vive en una especie de contradicción permanente: no quiere convocar elecciones, necesita que los 13 votos de ERC en Madrid aprueben los Presupuestos mientras el PSC apruebe los Presupuestos catalanes. Además, lo primero supone una inyección de dinero en Cataluña, esto es, en el Gobierno autónomo.    

Nuevo gobierno, viejas leyendas: Aragonés asegura que busca un referéndum de independencia con respaldo internacional

A Sánchez no le interesan ni Aragonés ni Junqueras pero sí Rufián: necesita sus 13 votos. Junts sólo tiene 8 diputados... más o menos

Por su parte, a Pedro Sánchez le importa un bledo Cataluña pero necesita los 13 votos de ERC en el Congreso. No le interesan ya ni Aragonés ni Junqueras, pero sí Rufián: necesita sus 13 votos. Junts sólo tiene 8 diputados. Además, lo curioso del Procés es que los burgueses catalanes se han vuelto más independentistas que los proletarios. 

Pero se necesitará a una generación para volver a la concordia en Cataluña, porque es verdad que Madrid y Barcelona están distanciadas pero la fractura más grande -ahí tiene razón Sánchez- es en el seno de la propia sociedad catalana.