Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, ha aparecido este martes mucho más comedido que el día anterior en cuestiones ajenas a su cartera, en la visita a las obras de la línea de alta velocidad Almería-Murcia. ¿El motivo? Estaba vigilado por Félix Bolaños, titular de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes. Por ello, Puente se ha limitado a hablar del tema ferroviario, pero sin dejar la caradura: se ha atrevido a decir que España es “el mejor país de la Unión Europea” en infraestructuras.

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¿En serio? A juzgar por el caos ferroviario de los últimos meses dicha afirmación se puede poner en duda, señor Puente. El titular de Transportes y Movilidad Sostenible ha señalado también que “hacer coexistir un servicio tan complejo como el ferroviario con las obras de mejora no es fácil y provoca incidencias”, como se está viendo en varias ocasiones en la estación de Chamartín, de las que el operador público ferroviario, Renfe, no es responsable, pero sí, el gestor público de infraestructuras ferroviarias, Adif; ambos dependientes de su Departamento. Al hilo de la citada estación madrileña, ha insistido en que las obras “avanzan de forma muy rápida” y se duplicará el espacio de su vestíbulo para evitar, en caso de incidencia, “escenas tan inaceptables como las vividas este verano de pasajeros hacinados”. Un tema que, por cierto, parecía no preocupar demasiado a Puente, que no interrumpió sus días de vacaciones…

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Este martes, junto a Bolaños, ha presumido de la buena marcha de los trabajos en la línea de alta velocidad Almería-Murcia. Asimismo, ha apuntado que es “urgente” la renovación del material ferroviario, porque “desde 2008 no entra un nuevo tren de cercanías en España y desde 2010 no ha entrado un AVE hasta la llegada del S-106 (el fabricado por Talgo y al que tanto Puente como Renfe culparon en un primer momento de problemas, aunque el pasado lunes, el ministro refirió que “Talgo se ha puesto las pilas”)”, para reducir las incidencias y hacer frente al “gran tráfico” ferroviario (no hay que olvidar que ahora por las vías españolas de alta velocidad circulan los trenes AVE y Avlo de Renfe, los del francés low cost Ouigo y los del hispanoitaliano Iryo). Además, ha presumido de que “no estamos con las manos cruzadas, sino todo lo contrario, haciendo inversiones muy importantes”, pero como son elevadas… “las cosas llevan su tiempo y los cambios no se producen de un día para otro”.

Más discurso triunfalista de Bolaños: “España en lo económico, en lo social, en la cohesión territorial de nuestro país, va como un cohete”. ¡Qué cara más dura!

Por su parte, Félix Bolaños ha destacado la bajada del IPC en julio, lo que considera que refleja “una economía que crece y una Inflación que se modera y se reduce”,... a pesar de que los alimentos siguen encareciéndoselos alimentos siguen encareciéndoselos alimentos siguen encareciéndose. Asimismo, ha señalado que “las cifras de crecimiento económico, de generación de empleo (olvida que España es campeón de paro en la Unión Europea y en la OCDE), de contratación indefinida”. Y por si esto no fuera bastante, más discurso triunfalista: “España en lo económico, en lo social, en la cohesión territorial de nuestro país, va como un cohete”. ¡Qué cara más dura! Además, al hilo de Cataluña, ha tenido la caradura de apelar al diálogo entre gobiernos autonómicos y los grupos parlamentarios sobre la financiación de dicha región, y a priorizar la solidaridad, pese a que está firmado el acuerdo entre PSC y ERC... que ha posibilitado que Salvador Illa alcanzara la presidencia de la Generalitat.