Air Europa sí fue rescatada con dinero público. Y de la manera más cara posible: con créditos blandos que, encima, tendría que pagar Iberia, a la que se obligó a comerse a la aerolínea de la familia Hidalgo... a pesar de que a IAG no le hacía ninguna ilusión. 

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Encima, en IAG siempre se afanan en asegurar que tras las ayudas públicas otorgadas por el Gobierno Sánchez, los Hidalgo despatrimonializaron parcialmente la compañía, una práctica habitual en este tipo de operaciones, sobre todo cuando se trata de una empresa familiar. 

Por tanto, la actitud de Javier Hidalgo, entonces CEO de Globalia (el grupo turístico controlado por su familia que es dueño de Air Europa), resulta un tanto arriesgada. En otras palabras, lo que está haciendo en el fondo es aprovechar su amistad con la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez.

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En suma que lo de Javier Hidalgo empieza plantearse como algo parecido a un chantaje: cuidadín que hablo, y lo mío puede ser peor que lo de Víctor de Aldama. Este último ha empezado a presentar documentación en el Tribunal Supremo este miércoles. 

Considerando que en Moncloa saben que los desprecios de José Luis Ábalos por centrar toda la culpa en Aldama han sido el detonante de que este último haya decidido que si cae él muchos caerán con él, la actitud de Javier Hidalgo preocupa.

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Por de pronto, Hidalgo hijo, que vive fuera de España la mitad del año, exige que el Gobierno secunde su mentira flagrante de que no hubo rescate público en Air Europa (la misma que mantiene su padre, Juan José Hidalgo, que es más conocido como ‘Pepe Aviones’) aunque sea con medias mentiras. La verdad es que fue un rescate con fondos públicos, como la copa de un pino y omitiendo el pequeño detalle de que, al montar una fusión desde el Gobierno, los créditos con dinero público que recibía Air Europa iban a ser pagados por Iberia. ¿Comprenden?