Otros dos altos cargos de la Junta de Andalucía -ya van tres- con los socialistas Manuel Chaves y José Antonio Griñán como presidentes, han sido exculpados por el Tribunal Constitucional (TC), que de esta manera ha dejado al Tribunal Supremo que les condenó a la altura misma del betún.

Por decirlo rápido, el larguísimo y escandaloso caso de los eres, dinero público para ayudar a trabajadores de empresas en crisis utilizado en todo tipo de tropelías, desde narcóticos a servicios de prostitución, por más de 700 millones de euros de dinero público involucrado, termina en nada de un plumazo. Todos son inocentes e incluso, seguro, demandarán al Estado, a todos nosotros, para que les indemnicemos por el tiempo pasado en prisión. El caso de los ERES, como diría Joaquín Leguina "es como si el párroco del pueblo fuera el dueño del puticlub".

La desfachatez del PSOE anula al Supremo, el más alto tribunal de la nación. A partir de ahora, hasta las multas de tráfico dependerán del Constitucional: todo serán derechos constitucionales

Estamos ante un sumario trabajado durante años por una serie de jueces voluntariosos, el más importante caso de corrupción de toda la democracia española, con el PSOE involucrado hasta la médula, que ha recurrido todas las instancias judiciales y cuya condenas han sido ratificadas por el Tribunal Supremo (TS)... lo anula el presidente del Tribunal Constitucional (TC), el socialista Cándido Conde-Pumpido en dos patadas... y de paso ningunea al TS y tira al prestigio de su TC por el desagüe.

Los profundísimos fundamentos de derecho de don Cándido sobe la Junta de Andalucía: si está en el Presupuesto es legal y, además, los altos cargos no tendrán responsabilidades penales: no saben lo que firman

Con el precitado don Cándido y con el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, las sentencias judiciales dejan de tener valor alguno en España. Todo es enmendable a beneficio de aquel a quien sirvo. El TC, órgano nombrado por cuota política, no está emitiendo fallos: lo que está haciendo es favorecer descaradamente, sin tapujos, sin ambages, al Sanchismo, al socialismo... y a Pedro Sánchez.

Y así, la desfachatez del PSOE anula toda la tarea del Tribunal Supremo, el más alto tribunal de la nación e incluso le impone el ninguneo, con ataques directos del poder político.

En casi medio siglo de democracia, lo que hacían los políticos de izquierdas y de derechas, pero sobre todo de izquierdas, consistía en asegurar que respetaban mucho a la justicia al tiempo que trataban de colocar a 'sus' juristas en los puestos clave de la judicatura. Ahora, simplemente, como ayer el inefable ministro de Justicia y presidencia, Félix Bolaños, más conocido como 'el Bolas' aseguraba que la última sentencia del Tribunal Supremo era una sentencia política, así, sin despeinarse.

La actitud del TC no genera dudas, como asegura, siempre timorato, Núñez Feijóo: genera certezas acerca de su palmaria parcialidad... y un pelín de cachondeo

Volvamos a la curiosa sentencia del Constitucional sobre los ERES. A partir de ahora, hasta las multas de tráfico dependerán del Constitucional: todo son derechos constitucionales, dentro de esa megatendencia podemita según la cual, la política, la legislación, la democracia, constituyen un conjunto de derechos sin deber alguno.

Además, los profundísimos fundamentos de derechos de Cándido Conde-Pumpido para la exoneración súbita de los altos cargos andaluces condenado por los ERES son geniales. Ejemplo, si los fondos utilizados para terminar en asas de lenocinio, estaban aprobados por los Presupuestos oficiales de la Junta estaban muy bien empleados y los altos cargos que los adjudicaban lo hacían de forma legítima porque los fondos eran legales. Es decir, que la próxima vez que robe un banco alegaré ante el juez que el dinero que sustraje de la entidad era de curso legal y dentro de un negocio muy legal.

La inmunidad del poder genera impunidad de los poderosos... y la impunidad genera rabia popular ante la injusticia. Es decir, genera violencia. Por lo demás, todo está en orden

Doctrina resultante: todo lo que esté en el Presupuesto es legal (¡...!) y, además, segundo argumento de don Cándido, los altos cargos que los aprobaron no tendrán responsabilidades penales. Para don Cándido, los presidentes de la Junta son unos chicos a los que se somete a la firma, cada día, un montón de documentos... ¡y no querrán que se los lean todos!

No, eso no es lo que queremos. Sólo queremos que asuman la responsabilidad de nombrar colaboradores honrados que les adviertan de la justicia de lo que están firmando.

Conclusión: la actitud del TC no genera dudas, como asegura, siempre timorato, Núñez Feijóo: genera certezas acerca de su palmaria parcialidad en favor del Sanchismo... y también genera un pelín de cachondeo.

El resultado de todo este sinsentido de don Cándido: la inmunidad del poder genera impunidad de los poderosos... y la impunidad genera rabia ante la injusticia. O sea, genera violencia. Por lo demás, es jueves 4 de julio y todo está en orden.