Decíamos ayer... que Felipe VI, en su calidad de jefe del Estado, es quien debe expulsar a Pedro Sánchez de Moncloa... o hacer que Sánchez reaccione. Entre otras cosas, aunque no sólo por eso, para evitar que el propio Sánchez acabe expulsando a Felipe VI de la Zarzuela.

España no puede estar regida por una rasputina tendente a la histeria, como es la reina consorte, doña Letizia Ortiz Rocasolano

El Rey tiene derecho a hacerlo y me temo que está en su deber porque, en su delirio ególatra, el presidente delGobierno en funciones pretende conformar un gobierno de España esclavo de quienes quieren destruir, no ya la España constitucional, sino la España cristiana, que constituye la esencia más relevante de la nación.

Así que dejemos de lamernos las heridas del 23-J y recordemos aquello de que la patria está en peligro... en peligro de Sánchez: es un deber de todo español impedir que sea el presidente del Gobierno en funciones quien forme gobierno según los deseos y las exigencias de Puigdemont y Otegui... y esto debiera ser el principal cometido del jefe del Estado,

Sánchez pretende otro gobierno de España esclavo de quienes quieren destruir, no ya la España constitucional del 78, sino la España cristiana

En nuestra anterior edición, nuestro colaborador José Ramón Pablos lo dejaba negro sobre blanco: en efecto, el futuro de España está ahora en manos del Rey, un monarca que, hasta el momento, se ha mostrado bastante cobarde, guiado por el único horizonte de mantenerse en el trono sin jugarse jamás el trono. Y ya saben que quien juega a que la suerte nunca esté echada acaba con su suerte 'echada' en el sumidero.

Insisto: Felipe VI debe intervenir, ahora, para cumplir con su deber de salvaguardar la unidad de España y sus raíces... que no son otra cosa, insisto, que raíces cristianas. Porque lo que no se puede admitir es lo que ahora, según todos los fatalistas del Reino que son legión... y mayoría en el Palacio de la Zarzuela, aseguran; que estamos condenados a otro gobierno Sánchez, esta vez teledirigido por el terrorista Otegui y el prófugo Puigdemont.

Puede ser su última oportunidad de comportarse como un Rey valiente: debe imponer a Sánchez de que renuncie a su alianza con Otegui y Puigdemont... si quiere que le encargue la formación de gobierno

Recuerden, el Jefe del Estado, según la Constitución, puede encargar, a quien le venga en gana, la formación de Gobierno. También a un hombre de reconocido prestigio político, como Felipe González. La ley no le obliga ni tan siquiera a ofrecer el Gobierno al candidato ganador, que, en este caso, repito, no es Pedro Sánchez sino Núñez Feijóo.

¿Cómo actuaría Juan Carlos I, ahora de vacaciones en Sanjenjo? El llamado Rey emérito ya estaría, y desde el mismo lunes 24, negociando con Sánchez y Feijóo, un acuerdo PP-PSOE. ¿Solucionaría eso el problema de España? No, pero evitaría la España roja y rota, es decir, progre e impune, con el esperpento de un gobierno español chantajeado y manipulado por un terrorista y un prófugo de la justicia española, por una ERC y un PNV, entusiastas odiadores de España, groseros hasta la saciedad, negándose a reconocer los resultados electorales y hasta a ponerse al teléfono al ganador, un tal Núñez Feijóo.

Felipe VI debe intervenir, ahora, para cumplir con su deber de salvaguardar la unidad de España y sus raíces... que no son otra cosa que raíces cristianas. Porque la patria está en peligro, en peligro de Sánchez

La verdad que es el presidente del PP, sí, ganador de las elecciones del 23-J, se lo tiene merecido, por sus ataques a Vox y su muy estadista acercamiento al PSOE... pero ha ganado las elecciones.

Felipe VI es Rey de España: debería comprender que España no puede estar regida por una rasputina histérica, como es la reina consorte, doña Letizia Ortiz Rocasolano.

Insisto y persisto: Felipe VI debe intervenir, ahora, para cumplir con su deber de salvaguardar la unidad de España y sus raíces... que no son otra cosa, resisto, insisto y persisto, que raíces cristianas.

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