En conclusión: yo no digo -solo lo sospecho- que Felipe VI sea masón, digo que se comporta como un masón
Recuerdo aquella escena del Don Camilo de Guovanni Guareschi. El autor -real- de la obra aparece por el pueblo -teórico- del cura Camilo y del alcalde comunista Pepón y se encuentra a un sacerdote pelín malencarado, interesado por las prestaciones del motor de su automóvil, que acaba tronando: "¡Qué Rey ni qué República! Aquí el único rey es aquel!", bramaba, tonante, mientras señalaba al Cristo del altar mayor, con el que sostenía intensos coloquios. Pues yo me encuentro en similar situación.
Me quedo en monárquico sin Rey. El actual jefe del Estado ha caído en la solemnización de lo obvio. Ejemplo: integrar al emigrante y una vivienda para todos... pero no nos dice, ni tan siquiera apunta, cómo se hace eso
Pongamos que hablamos del Discurso navideño de su Majestad el Rey 2024. Por segunda vez en 11 años de reinado, Felipe VI decidió hablar desde el Palacio Real, no desde la Zarzuela. Eso me parece bien, la presunta modestia de la Zarzuela, y esto vale para su padre Juan Carlos I y para él, no es más que comodidad. El Rey de España debería vivir en el Palacio de Oriente, convertirse en atracción turística, en un país que vive del turismo y donde habita la Monarquía con más historia del orbe. Toda la familia Real, debería paparse los atascos paparse los atascos diarios del Casco Viejo de Madrid, Teatro Real, Plaza de España, Puerta del Sol, Ópera... Pero me temo que no hay mucho más que me parezca bien.
¿Me gusta algo, algo concreto, de lo que el Rey dijera en su discurso a los españoles del 24 de diciembre? Pues no. Ese es el problema. No me irritó nada pero todo se me hizo tibio, desvaído, impotente.
🗨️Que la solidaridad que nos ha unido en los momentos difíciles siga presente en cada decisión y el espíritu de estos días de encuentro y convivencia permanezca en 2025.
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) December 24, 2024
Os deseo, junto a la Reina, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, una muy Feliz Navidad.#MensajeNavidadRey pic.twitter.com/rTO9gM3aIy
Verán, Felipe VI no es masón, creo, pero lo parece. De entrada, su empecinado interés en aparentar moderación cunado a lo que a un jefe del Estado, no siempre, pero sí casi siempre, lo que se le pide es seguridad, que marque el camino. Eso es liderazgo.
Los consensos, una de las palabras más repetidas por el monarca en la Nochebuena, no se logran por acuerdos entre las partes. Se logran porque el líder marca el camino y todos, sus seguidores y una amplia mayoría de los que no lo son, comprenden que ese camino es el verdadero y lo asumen como propio. No es producto de ningún diálogo y el consenso sólo es necesario como mal menor y cuando una sociedad está dividida.
En cualquier caso, en otro alarde de falsa equidistancia, el monarca pidió diálogo y serenidad, cuando él es el primer culpable del cáncer sanchista, que ha enervado -enervar significa ira por debilidad nerviosa- a España y que utiliza el diálogo como coartada totalitaria. Sánchez habla de diálogo porque sabe que el diálogo es inútil,: se trata de imponer lo que se pretende asegurando que se actúa de mutuo acuerdo.
No digo que Felipe VI sea masón, digo que se comporta como un masón, porque la ideología de los Hijos de la Viuda pueden resumirse así: nada es tan importante como para dar la vida por ello... y porque ha formado a sus hijas en un colegio masónico.
Tras el 23-J. El Rey de España no tenía que haberle permitido formar gobierno a un Sánchez que quería romper España o romper lo que fuera, con tal de mantenerse en el poder. Para aquel entonces, Sánchez ya ni ocultan que su interés era, de entrada, romper a España, la primera obligación que la Constitución exige al monarca.
Pero no se atrevió. Sin llegar al extremo de pusilanimidad de Pedro Sánchez, el héroe de Paiporta, el Monarca no se caracteriza por su valentía pero al menos en Valencia demostró mucho más coraje que el muñeco roto, presidente del Gobierno de España, Sánchez Pérez-Castejón–
No digo que Felipe VI sea masón, digo que se comporta como un masón, porque la ideología de los Hijos de la Viuda pueden resumirse así: nada es tan importante como para dar la vida por ello... y porque ha formado a sus hijas en un colegio masónico. .
En cualquier caso, yo me quedo en monárquico sin Rey. El actual jefe del Estado ha caído en la solemnización de lo obvio. Ejemplo: habla de integrar al emigrante y una vivienda para todos y todos los pelotas aseguran que entró en los problemas concretos de los españoles... pero Felipe VI no nos dijo, ni tan siquiera apuntó, cómo se hace eso.
Majestad: cristianice usted el Reino de España y déjese de pavadas democráticas. El único consenso útil es el consenso cristiano, para cristianos y católicos y para no cristianos... culturalmente cristianos. Sobre ese cimiento se construyeron España y Europa
Por día haber aclarado que no podemos integrar a todos los emigrantes, que el buen emigrante llega legalmente, no en cayuco, que integrar al inmigrante exige mucho dinero por emigrante, o que soltarlos en la calle, como hace el ministro Marlaska, no integra a nadie sino que dispara la delincuencia. También podía haber dicho que la inmigración debe ser legal y que hay que ayudar mucho a una persona para que se integre, al tiempo que hay que exigirle que respeta al país que la ha acogido... pero no. El Rey prefirió hablar de consensuar la solución a una política, la de Pedro Sanchez, que ha convertido España en un coladero para desaprensivos.
Pero no, su Majestad nunca entra en estas quisicosas, sería hacer partidismo.
Con la vivienda, lo mismo: plantea un consenso para dar vivienda a todo aquel que lo necesita, pero no nos dice que la única solución para proporcionar vivienda es construir viviendas a mansalva, públicas y privadas.
Eso sería apoyar, no al PSOE ni al PP, que no tiene las ideas muy claras al respecto, sino.. .a no sé qu partido, la verdad, Peor sí sé que e una única solución.
En conclusión: yo no digo -solo lo sospecho- que Felipe VI sea masón, digo que se comporta como un masón, porque la ideología de los Hijos de la Viuda pueden resumirse así: nada es tan importante como para dar la vida por ello... y, también, porque ha formado a sus hijas en un colegio masónico, especialmente importante este punto en la princesa heredera, Leonor de Borbón.
Majestad: cristianice usted el Reino de España y déjese de pavadas democráticas. El único consenso útil es el consenso cristiano, para cristianos y católicos y para no cristianos... culturalmente cristianos. Sobre ese cimiento se construyeron España y Europa. Y no hacía falta diálogo en las esencias, en los principios, sino en las concreciones, Y si había discrepancias en lo principal, no se trataba de hablar un consenso sino de imponer la corriente mayoritaria... que así se hace en democracia.
Felipe VI no pasa de filantropía, nunca llega al caridad, al amor, que es otra cosa más profunda... y ¡Dios nos libre de los filántropos!