Fueron sus propios compañeros los que no veían pertinente el nombramiento de Delgado.
No será por falta de intentos, pero el Gobierno no encuentra sitio para la ex Ministra de Justica, ex Fiscal General del Estado y amiga íntima de Álvaro García Ortiz, Dolores Delgado.
De nuevo, el Tribunal Supremo ha tumbado su nombramiento, hecho por García Ortiz, como fiscal de Memoria Democrática y Derechos Humanos. Y decimos de nuevo porque el Alto Tribunal ya anuló su nombramiento en la máxima categoría de la carrera fiscal, en la especialidad de Militar.
Este nuevo fallo parte de los recursos que interpusieron la Asociación de Fiscales (AF), la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) y el fiscal candidato a la plaza Luis Ibáñez al nombramiento de Delgado. Dicho en otras palabras, fueron sus propios compañeros los que no veían pertinente su designación.
A lo que hay que sumar que este nombramiento también se puso en duda por un posible conflicto de intereses con su marido, el ex juez Baltasar Garzón, que trabaja en asuntos estrechamente relacionados con la memoria histórica y el derecho humanitario en países extranjeros.
Con la anterior sentencia, una Delgado al borde del llanto, aseguró que era "injusta" al entender que se habían "vulnerado" sus derechos fundamentales, e insinuaba una posible prevaricación al manifestar que los magistrados "querían llegar a un fin" con la sentencia y "a partir de ahí construyeron la fundamentación" jurídica con "contradicciones profundas" y "argumentaciones oscuras”. Con este nuevo fallo, ¿qué hara Dolores? Por el momento, celebrar su boda con Baltasar Garzón, prevista para el próximo fin de semana.