Al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, le pasa como a su jefe, Pedro Sánchez: que no puede salir a la calle, a un acto oficial, sin riesgo de ser abucheado o recriminado por alguien. ¿Por qué será?

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Por ejemplo, como cuando, en una durísima escena, la viuda del agente de la Guardia Civil, David Pérez Carracedo, asesinado por unos narcotraficantes en la población gaditana de Barbate, se negó a que Marlaska le impusiese a su marido la medalla al mérito póstumo, espetándole: “Tú no, él no lo hubiera querido”. 

O cuando el ministro del Interior fue abucheado durante el acto central de la Semana Institucional de la Guardia Civil, en octubre de 2022, en León. 

Lo mismo le ocurrió a Marlaska un año antes, en octubre de 2021, durante su intervención en el homenaje de la Guardia Civil a la Virgen del Pilar, en Córdoba. 

Y este sábado 5 de octubre, en Mérida, se celebraba un concierto igualmente en honor a la patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar. Nada más aparecer en el Teatro Romano de la ciudad, el ministro del Interior se llevó una sonora pitada, como puede oírse aquí: 

Y es que la gestión de Fernando Grande Marlaska, sobre todo en lo que respecta al trato a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es un autentico desastre, negándose a la equiparación salarial con las policías autonómicas, quitándoles competencias en favor de esas mismas policías autonómicas, con escasez de agentes en ambos cuerpos o el último y más reciente caso que ha sublevado a policías y guardias civiles: el anuncio de modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana, para contentar nada menos que a los proetarras de EH Bildu... 

Mejor será que el próximo día 12 de octubre, Festividad de la Virgen del Pilar y Día de la Hispanidad, ni al ministro Grande Marlaska ni a su jefe Pedro Sánchez les dé por asomarse a ningún desfile o acto en la calle...