Feijóo había ordenado mano dura con Vox, unos ultras peligrosísimos, pero resulta que Mazón es levantino, es decir un hombre práctico, y si no pactaba con Vox gobernaría el PSOE y los ultras de izquierdas de Compromis. Según fuentes del partido, como respuesta al desafío valenciano, Feijóo coquetea con un pacto de legislatura con el PSOE
Valencia ha roto la estrategia para obtener el poder diseñada en Génova por el equipo Feijóo. De economía no saben mucho, de principios morales tampoco. Ahora bien, de estrategia política sí que entienden los chicos de don Alberto.
Veamos, el pacto del valenciano Carlos Mazón con Vox ha roto el Partido Popular, justo en vísperas de elecciones. Feijóo había ordenado mano dura con Vox, unos ultras peligrosísimos, pero resulta que Mazón es levantino, es decir un hombre práctico, y si no pactaba con Vox gobernaría el PSOE y los ultras de izquierdas de Compromis. Es lo que esperaba Ximo Puig, atrincherado en su refugio madrileño, el restaurante la Tasca Suprema, con su pareja, Gabriela Bravo. Ximo volvería a reinar y eso no le hacía ilusión a Mazón.
Si pierde las elecciones, Sánchez aceptaría un pacto de legislatura con el PP y el regreso al bipartidismo: Feijóo obtendría el poder y Sánchez la jefatura de la oposición... sin que el Felipismo le arrebate el control del PSOE
Viajemos ahora a Madrid. Según fuentes del partido, como respuesta al desafío valenciano, Feijóo coquetea con un pacto de legislatura con el PSOE. Es decir, imagínense que gana el 23-J y, en lugar de pactar un gobierno de coalición con Vox, un progresista de derechas como él le ofrece un pacto de legislatura a un progresista de izquierdas como Pedro Sánchez. Gobierno en solitario del PP y pacto de legislatura con el primer partido de la oposición. Según fuentes peperas eso es lo que planea el gallego.
Ahora, mírenlo desde Ferraz: si pierde las elecciones, Pedro Sánchez aceptaría un pacto de legislatura con el PP y el regreso al bipartidismo: sería la oportunidad de mantenerse en el primer plano político, ahora que el Felipismo ya le busca un sucesor.
Por lo demás, el 23 de julio aún no está decidido. Me asombra el triunfalismo del PP y la moral de derrota que reina en Moncloa, encubierta, eso sí, con la arrogancia habitual del Sanchismo, ese que todo lo hace bien.
Además, ¿quién ha dicho que la trifulca entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias perjudica a Sánchez? Un votante de Podemos -el votante de Sumar todavía no existe- puede perfectamente votar al PSOE si le cansan los insufribles devaneos de los radicales comunistas de Podemos y sumar, a hachazo limpio por no perder el sueldo público ante la convicción de que va a ser difícil que obtenga un salario privado.
No, Sánchez suspira por la unidad de su izquierda: sí, unida alrededor de su figura.
¿Quién ha dicho que la trifulca entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias perjudica a Sánchez?
En cualquier caso, un político como Feijóo, de corazón frío y cabez caliente, sería más que capaz de firmar un acuerdo con Sánchez para permitir un gobierno en solitario del PP. Pero eso sí, progresista, manteniendo todas las barbaridades de Sánchez: aborto, eutanasia, transexualidad, memoria histórica vengativa, religión climática, feminismo radical, ideología de género, transhumanismo, etc, etc.
Ellos no lo saben, pero en el fondo Feijóo y Sánchez se parecen más de lo que podría pensarse.
Feijóo obtendría el poder y Sánchez la jefatura de la oposición... sin que el Felipismo le arrebate la jefatura del PSOE.