Santos Cerdán rinde pleitesía a Puchi
Santos Cerdán es un navarro sin escrúpulos, que disfraza su indignidad poniendo cara de enfadado. Es el rostro que ha exhibido en Bruselas, a donde acudió para cumplir otra de las exigencias de Junts y de Carlos Puigdemont: que el aspirante a presidente del Gobierno fuera a rendirle pleitesía al prófugo -perdón, exilado- de la justicia española, a partir de ahora amnistiado y promocionado desde Madrid. Es la fórmula del Sanchismo: gobernar España con los enemigos de España y con los que desprecian a los españoles.
Puigdemont ha recibido al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, con este cuadro detrás: https://t.co/BmHLbrYabY pic.twitter.com/amqEBtkeUJ
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) October 30, 2023
Como a ese tipo de patochadas Sánchez no ha querido someterse, ha enviado a Cerdán, con cara de enfadado, como creo haber dicho antes, para disimular el bochorno. A cambio, ningún representante de Puchi, ninguno de los aliados de Sánchez, salvo Yolandísima, que no se pierde una solemnidad por nada del mundo, estará hoy en la Jura de la Constitución de la princesa Leonor.
No les gusta la princesa ni les gusta la Constitución. Es lógico. Lo que no es lógico es que, si no creen en la monarquía, ni en España, ni en la democracia española, ¿por qué cobran un sueldo del congreso español?
Con la nueva legislatura sanchista comienza la persecución abierta a los cristianos en España. El descarte de los católicos en la vida pública será, partir de ahora, explícito
En cualquier caso, la visita de Santos Cerdán a la capital decadente de la decadente Europa (donde, a pesar de su decadencia, se asombran de la estupidez española, que rinde pleitesía a un prófugo de la justicia) significa sencillamente esto: que el paripé ha terminado. Un teatrillo que dura desde el mísmísimo 23 de julio.
Pedro Sánchez ya tenía acordado con todos los orcos de Mordor (ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG, por orden de votos obtenidos) que iba a ser presidente la noche del 23-J. Los orcos simplemente han puesto precio.
Desde entonces, tres largos meses, hemos vivido pendientes de las 'durísimas' negociaciones entre Sanchez y los orcos. Mentira: todo estaba decidido y la única barrera era que Feijóo lograra formar gobiernos -y todos los 'orcos de Mordor' cerraron filas contra él- o que el jefe del Estado se negara a nominar a Sánchez... y tenía sobradas razones para hacerlo, sólo que no se atrevió.
En resumen, el paripé ha concluido. Pedro Sánchez el narciso-profanador, presidirá España por otros cuatro años: ya tiene los votos para ser investido... los ha tenido desde el mismísimo 23-J.
El Rey, cuya heredera cumple hoy 18 años, pagará cara su cobardía de nominar a Sánchez, y todo el país pagará caro que 7,8 millones de españoles votaran a Sánchez... tras cinco años de degradación nacional
Y ojo: con la nueva legislatura sanchista comienza la persecución abierta a los cristianos en España. El descarte de los católicos en la vida pública será, partir de ahora, explícito. Por el momento, ha sido tácito: si eras un católico mínimamente consecuente, no podías brillar en la vida pública, a partir de ahora comenzará el proceso que penalizar el pensamiento católico, es decir, la cristianofobia alcanzará la vida privada.
Esta legislatura será aquella en la que se desarrollen "ad nauseam' los delitos de odio: no solo tendrás que ser políticamente correcto sino que, además, tendrás que expresarte en políticamente correcto.
Salvo su cristofobia, nada tienen que ver, por ejemplo, ERC con el PNV o Junts con Bildu ni Sánchez con Otegi... pero la cristofobia les une a todos ellos en marital fusión.
Más presagios para la nueva legislatura sanchista. El Rey Felipe VI, cuya heredera cumple hoy 18 años, pagará cara su cobardía de nominar a Sánchez, y todo el país pagará muy caro que 7,8 millones de españoles votaran a Sánchez el 23-J... tras cinco años de degradación nacional.
Porque no nos engañemos: tras cinco años de Frentepopulismo sanchista... ¡le volvieron a votar 7,8 millones de españoles!, como creo haber dicho antes: el mal está dentro.