Un Rey y un Ejército secuestrados por Sánchez
Pedro Sánchez llegó al Palacio Real entre los pitidos y abucheos del público. Sí, no era un grupo grande de concentrados pero es que no hablamos de una excepción: hablamos de un presidente del Gobierno que lleva dos años huyendo de los españoles porque en cuanto se juntan varios de ellos le abuchean, al grito de "dimisión" y de "sinvergüenza".
Pitos contra Sánchez a su llegada a la Pascua Militar: un puñado de concentrados le recibe con abucheos desde fuera del Palacio Real pic.twitter.com/rOep2aKRHd
— Alt Right España 𝕏 (@AltRightEspan) January 6, 2025
Y contra esa falta de popularidad y a la baja en las encuestas desde su viaje a Valencia, con su vergonzante huída de Paiporta y con su posterior queja ante el Rey, que no huyó de Paiporta y afrontó la ira vecinal... llevan luchando los servicios de propaganda de Presidencia del Gobierno... sin mucho éxito.
En el día del Ejército, en su terreno, el Monarca dedicó más tiempo a la Gota Fría de Valencia que a advertir de los peligros para la integridad territorial de España, principal función del Rey y del Ejército, puesta en solfa por Marruecos
Por cierto, el lunes 6 el diario La Razón insistía en el comportamiento del héroe de Paiporta, cuando ambas autoridades, la de Zarzuela y la de Moncloa, aparecieron juntas en público por primera vez... desde Paiporta,
Volvamos a la Pascua Militar: Sánchez fue recibido, entre abucheos, con sus ministros de Defensa, Margarita Robles y de Interior, Fernando Grande-Marlaska, otros dos protagonistas del 'tinglado de la antigua farsa'. Escuchen a Robles, la misma mujer que el 30 de octubre, tras el brutal impacto de la naturaleza en Valencia, aseguró que el Ejército no está para arreglarlo todo, actitud muy distinta a la que mantuvo cuando el terremoto de Marruecos. Recuerden, también, y el meme viral forjado con esas declaraciones junto a aquellas otras, en que doña Margarita se apresuró, y así lo manifestó, en enviar unidades militares a españolas a Marruecos tras sufrir un terremoto, porque, "en estos casos" las primeras horas son las más importantes.
Margarita Robles y Grande-Marlaska compiten en sectarismo: entre ambos, han convertido al Ejército y a la Policía Nacional en brazos armados del PSOE. Como en la Guardia Civil han encontrado más resistencia, Marlaska ha perpetrado la mayor purga que se recuerda en la Benemérita
Pues bien, en su discurso del lunes ante el Rey y ante los militares, Robles se apresuró a decir que el "objetivo para 2026 será la reconstrucción de todas las zonas afectadas". Sin despeinarse.
Ahora bien, a pesar del comportamiento impresentable de Robles y a la actitud prepotente durante todo el acto del titular de interior Grande-Marlaska, en la Pascua Militar se demostró de nuevo que el Rey Felipe VI sufre síndrome de Estocolmo respecto a Sánchez. Actitud "distendida" del monarca con un Pedro Sánchez cuyo objetivo último es convertir a España en una República, a ser posible con él de presidente. El monarca se ha convertido en la mejor coartada del sectarismo de Sánchez, Robles y Marlaska. Abucheados por la gente, las vergüenzas del héroe de Paiporta, de su ministra de Defensa y de su titular de Interior, fueron disimuladas por la actitud complaciente del Rey.
Y mientras en Abu Dabi festejaban el cumpleaños de Juan Carlos I. Su hijo incluso le citó, muy de pasada, en el acto militar
Y más. En el día del Ejército, por decirlo así, en su propio terreno, el Monarca dedicó más tiempo a la Gota Fría de Valencia, sin aportar nada nuevo a los valencianos, que a advertir de los peligros para la integridad territorial de España, principal función del Rey y del Ejército, puesta en solfa ahora por Marruecos que está dando pasos decisivos para anexionarse Ceuta y Melilla, ésta antes que aquélla.
Y esto mientras los ministros Margarita Robles y Grande-Marlaska compiten en sectarismo. Entre ambos, han convertido al Ejército y a la Policía Nacional en brazos armados del PSOE. Como en la Guardia Civil han encontrado más resistencia, Marlaska ha perpetrado la mayor purga de la historia de la Benemérita. Una purga que tardará décadas en borrar sus efectos, más bien nocivos, en la Guardia Civil.
Y mientras, en Abu Dabi festejaban el cumpleaños de Juan Carlos I. Su hijo incluso le citó, muy de pasada, en el acto militar pero los 'abudabíes' le aplaudieron con un espectáculo de pirotecnia que no habían dedicado a ningún estadista extranjero: ¡Cosas veredes, amigo Sancho!