Que el Tribunal Supremo impute al presidente y a su esposa por el rescate de Air Europa no contribuye ni a la estabilidad del matrimonio ni a la del Gobierno / Fotos: Pablo Moreno
En Moncloa, los más directos colaboradores del presidente del gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, apenas se atreven a hablarle, mientras intentan evitar las proximidades de su despacho. Dicho en breve: el presidente está en estado de histeria total, y vive entre dos fuegos: por una parte intenta que se olvide su huida en Paiporta. Un líder político que queda como un cobarde está condenado a ocultarse pero es que, además, el "Valiente Sánchez" se ha ensañado con los desesperados que golpearon su coche y le tiraron barro. En lugar de aguantar y callar, como hicieron los Reyes de España, el presidente del gobierno ha lanzado a una unidad de élite para detener a unos cuantos pueblerinos, dicho sea con cariño, que, encabronados por lo mucho sufrido, golpearon su coche con un cepillo y y le tiraron un palo, que además no le dio.
Estos peligrosos terroristas fueron calificados por Sanchez como "ultras perfectamente organizados". Una vez se ha pasado el pitorreo reinante ante tamaña pose presidencial, Sánchez se ha apuntado esta mañana ante los medios, nuevamente para salvar vidas. Pero no ha podido disimular su preocupación, no por lo que ha hecho, por supuesto, sino por cómo ha quedado su imagen.
Ahora bien, no se trata sólo de esto, sino también de la evolución judicial del caso Begoña Gómez. No sabemos si está muy enamorado de su esposa pero lo que sí sabemos es que está preocupadísimo porque el Tribunal Supremo, como ya informamos en Hispanidad, está empeñado, pero muy empeñado, en hacer valer los informes que la unidad UCO, de la Guardia Civil, realizó para el juez Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional. y donde se aconsejaba investigar más a fondo el caso del rescate de Air Europa con dinero público, a fuer de que allí hubiera más aforados, además de José Luis Ábalos: una tal Nadia Calviño y un tal Pedro Sánchez.
Un presidente imputado por el Tribunal Supremo, no digamos nada si es acusado, no digamos nada si es condenado por tráfico de influencias en el rescate de Air Europa... es como para poner los pelos de punta a un calvo y que el Tribunal Supremo impute al presidente del gobierno no es bueno ni para la estabilidad de su matrimonio ni para la estabilidad del Ejecutivo que preside.
En el entretanto, el presidente se marcha a Bakú con la bandera del cambio climático en la mano. El feminismo radical, la bonanza de la inmigración ilegal masiva, la inexistente okupación o el espejismo de una economía floreciente, ya no cuelan.
El presidente se marcha a Bakú con la bandera del cambio climático en la mano. El feminismo radical, la bonanza de la inmigración ilegal masiva o el espejismo de una economía floreciente, ya no cuelan
A lo mejor, en Bakú, Sánchez descubre que Azerbaijan está haciendo ingeniería social con los armenios cristianos. Si algo se parece a un genocidio ahora mismo eso es lo que los musulmanes de Azerbaijan, apoyados por el amigo de Sánchez, el turco Recep Erdogan, han realizado con los armenios de Nagorno-Karabaj… nuevamente.
Sánchez, en estado de histeria total.