Esto se pone interesante. Según ha anunciado en una rueda de prensa en la sede del PSOE la portavoz de la formación, Esther Peña, la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha tomado la decisión de exigirle a José Luis Ábalos (exnúmero dos del PSOE con Pedro Sánchez y también exministro de Fomento y de Transportes durante el Sanchismo) que entregue su acta de diputado en 24 horas "por responsabilidad política". Por ahora, Ábalos sólo ha respondido con su dimisión como presidente de la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, en la que precisamente en la tarde del miércoles 28 se iba a hablar de corrupción. 

Peña también ha anunciado que su partido va a pedir en el Congreso "una comisión de investigación para analizar la compra de material sanitario desde las Administraciones Públicas en la época de la pandemia del coronavirus". Y si Ábalos no entrega su acta de diputado, podrían sacarle del grupo de diputados del PSOE y dejarle que siguierá siéndolo pero dentro del Grupo Mixto. 

El PSOE busca así un cortafuegos para no verse quemado en el denominado 'caso Koldo', estallado la semana pasada (el 21 de febrero), y en virtud del cual Koldo García -hombre de toda confianza de Ábalos, pero también de Pedro Sánchez, no lo olvidemos- está investigado por presuntas mordidas en contratos de suministro de mascarillas en plena pandemia de covid 19 (es decir, adjudicación de contratos públicos en la compra de mascarillas durante la pandemia, junto con diversos cobros de mordidas). Y eso, mientras el propio Sánchez nos tenía encerrados a todos en casa sin poder salir, en una decisión que el anterior TC calificó de inconstitucional. 

Es decir, que lo que hasta ahora eran meras sugerencias o veladas insinuaciones a Ábalos para que dejase su acta (como la de María Jesús Montero "yo sé lo que haría"), hoy ya se ha convertido en una exigencia. Sánchez necesita un cortafuegos.

Por ahora, al ultimátum de 24 horas, Ábalos sólo ha respondido con su dimisión como presidente de la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados

Está por ver la reacción ahora del otrora todopoderoso mano derecha de Sánchez, pues en una entrevista durante este fin de semana aseguraba que él no iba a dejar su acta porque él no está siendo investigado: "Yo soy diputado ahora, no soy ministro. Si esto se hubiera producido yo siendo ministro, es evidente que tendría que haber dimitido en el momento. Más allá de tener responsabilidades de cualquier tipo. Cualquiera sería suficiente para dejar de serlo. Soy diputado ahora. Por lo tanto, en el ámbito de mis funciones, no tengo ninguna responsabilidad sobre eso". En El País, además, añadía: “Pensaré la dimisión con mi partido, no porque me lo pida el PP. No estoy acusado de nada”. 

Es decir, ¿tirará de la manta Ábalos y contará todo lo que sabe del Sanchismo? 

No obstante, este 'caso Koldo' no ha hecho más que empezar. Porque otros ministros y cargos relevantes del PSOE realizaron contrataciones de mascarillas con la empresa de la trama investigada, como el ahora ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres (en su día presidente de Canarias), la actual presidenta del Congreso, Francina Armengol (en su día presidenta de  Baleares), el actual ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, o el exministro de Sanidad y líder del PSC, Salvador Illa. 

Este lunes, por cierto, el PP ha exigido a Armengol una explicación urgente sobre su vinculación con Koldo y el 'caso Ábalos' tras la información de El Mundo: Armengol pagó cuatro millones a la trama de Koldo tras un "contacto verbal". 

Otro alto cargo socialista que queda salpicado por el 'caso Koldo' es el actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán (todopoderoso negociador con los delincuentes del 'procés') que fue quien introdujo a Koldo García en el entorno de Pedro Sánchez (hasta el punto de que Koldo fue quien custodió los 57.000 avales que necesitaba para presentarse a la secretaría general del PSOE, como narra el Presidente en su libro Manual de resistencia). Pero es que, en 2014, el propio Sánchez le había calificado como "uno de los gigantes de la militancia" en tierras navarras, y "un referente político en la lucha contra los efectos de la crisis y las políticas de la derecha. 

Otros 'hitos' reseñables en el historial de Koldo han sido su trabajo como  portero en un club nocturno en Pamplona llamado Rosalex; chófer personal y escolta de Ábalos (fue quien le llevó a verse con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas el 20 de enero de 2020, en otro turbio episodio de la historia reciente del sanchismo); luego asesor principal también de Ábalos; y después... ¡consejero de Renfe Mercancías! ¿Qué sabía Koldo de este sector? Se pueden imaginar... Pero es que fue el hombre de confianza de Ábalos...

Por cierto que la actitud de la líder de Sumar y vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, no ha gustado nada en el PSOE, pues se ha puesto de perfil o lo que es lo mismo, no se ha mojado para defender a sus aliados políticos...  

Permanezcan atentos a las pantallas. Este gran caso de corrupcion en el seno del Sanchismo no ha hecho sino empezar...