El Rey Juan Carlos I cumplirá 85 años. Será su tercer cumpleaños celebrado en Abu Dabi
La periodista francesa Laurence Debray publicará un libro próximamente —'Mon Roi déchu' (Mi rey caído o vencido)— sobre el Rey Juan Carlos I de España, libro del que la revista 'Paris Match' ha publicado algunos extractos. El monarca emérito se instaló en el emirato de Abu Dabi en agosto de 2020, seis años después de abdicar a favor de su hijo, Felipe VI.
Juan Carlos I explicó a Debray que en un primer momento pensó en trasladarse a Portugal, pero que suponía estar demasiado cerca de España. "Me enfrentaba a muchas presiones”. Y se decantó por Abu Dabi “porque tengo buenos amigos y no molesto a la Corona", respondió. "Algunos están muy contentos de que me marchara” de España, apunta el monarca, recoge Diario de Navarra.
Ignora si algún día podrá volver a España pero, según su versión, se pasa los días evocando la hipótesis de un regreso. "Solo tengo que coger el avión”.
Le encantan las mujeres. Le encanta comer. Le gusta beber. Realmente no le gusta ser rey. Y no se disculpará por vivir. Solo quiere ser olvidado, dejar que su hijo trabaje
Debray cuenta que el rey emérito ha abandonado los trajes de chaqueta y viste "como un jubilado estadounidense": zapatillas de deporte, pantalones vaqueros y camiseta. Con problemas de salud, vive en una lujosa residencia en una isla artificial de Abu Dabi, con cuatro guardaespaldas y una pareja de filipinos que limpia la casa y la cocina. Confiesa que lo que más echa de menos de España es "la comida" y se consuela con el jamón serrano que un amigo le envía al emirato.
"Se acuesta temprano, se levanta radiante a las 7 en punto, va a la sala de estar, transformada en una sala de gimnasia, para ejercitar su viejo cuerpo. A veces un guardaespaldas lo acompaña a la piscina, donde solicita rehabilitar sus piernas", añade Vanitatis.
"A sus 83 años, aislado pero muy conectado, apuesta por la tecnología para burlar la nostalgia. Y sigue por videoconferencia, en su tableta, la misa que se celebra en el Palacio de la Zarzuela", añade la recopilación de El Mundo.
La autora cuenta que don Juan Carlos no se arrepiente de nada: "Le encantan las mujeres. Le encanta comer. Le gusta beber. Realmente no le gusta ser rey. Y no se disculpará por vivir. Sólo quiere ser olvidado, dejar que su hijo trabaje". Y comparte el que puede ser el gran deseo del emérito, volver a España, aunque sea su último viaje: "Espera que los españoles avancen pronto y que pueda morir en paz en su país”, recoge Vanitatis.
"Las instituciones que he dejado deberían bastar. Pero las instituciones se destruyen más fácilmente que se construyen", se lamenta Juan Carlos I.
En cuanto a su relación con el Rey Felipe VI, su hijo, el semanario francés apunta en el artículo en el que se recogen los extractos que la relación entre ambos estaría rota y que incluso este no habría llamado a su padre en su último cumpleaños. Sin embargo, don Juan Carlos ha matizado este dato a El Mundo a través de su entorno, y ha asegurado que aunque se siente "complacido" con el resultado del retrato de Debray, el día de su cumpleaños sí recibió una llamada de Felipe VI, y atribuye la afirmación del semanario francés a "una mala interpretación".