Una hora han permanecido reunidos el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, esta mañana, en uno de los contactos post-electorales tras el 23 de julio con idea de explorar posibilidades de Gobierno de cara a una investidura prevista para el 26 y 27 de septiembre.

En el transcurso de la reunión, Núñez Feijóo le ha ofrecido a Sánchez un pacto que implicaría dejar gobernar al popular durante dos años para sacar adelante seis acuerdos de Estado entre PP y PSOE y al término de esos dos años, o bien convocar elecciones, o bien renovar el acuerdo.

En concreto, Núñez Feijóo le ha ofrecido a Sánchez pactos para defender la unidad de España, la regeneración democrática, el saneamiento económico, las familias, la igualdad de la mujer o la revalorización anual de las pensiones.

¿Y cuál ha sido la respuesta de Sánchez, previsible por otra parte? Responde el líder del PP:  "De momento me he encontrado con el 'no es no', de momento, porque no voy a cejar en el empeño de ofrecer acuerdos y pactos". Además, el presidente del Gobierno en funciones le ha ofrecido al candidato popular la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes del 31 de diciembre, independientemente de quién sea finalmente elegido jefe del Ejecutivo por el Congreso.

"Yo no renuncio a que algún día los principales partidos de España puedan entenderse

Y es que, según Feijóo, el lider socialista prefiere "acuerdos con el independentismo" en lugar de aceptar este pacto nacional que él le ha ofrecido. Los partidos independentistas cuentan con menos del 6% de los votos, con los que Sánchez prefiere negociar "amnistías, referendos y grupos parlamentarios que no cumplen los reglamentos”.

Por ello, es "incomprensible", ha dicho, que menos del 6% de la población, cuya "pretensión es acabar con el Estado" pueda condicionar la gobernabilidad del 94% de la población. "Yo no renuncio a que algún día los principales partidos de España puedan entenderse".

Feijóo ha dejado claro es su comparecencia que a Sánchez "no le interesa una investidura constitucionalista". Sin embargo, ha reconocido que no renuncia a que los principales partidos de España "puedan caminar juntos".

Ha explicado que en el encuentro ha planteado a Sánchez una "alternativa" para proteger al Estado de las exigencias "inconstitucionales y discriminatorias" del independentismo "envalentonado".