Pedro Sánchez se ha vuelto otro entusiasta del hidrógeno verde, que aún no es rentable, y en especial de la ruina de su transporte, al igual que Enagás, en lugar de apostar más por producirlo al lado de donde se va a consumir, como apuesta Repsol, aunque ha reducido su inversión en dicha tecnología. Y por si esto no fuera bastante, el presidente del Gobierno también ha subrayado el objetivo de llegar a 12.000 megavatios que se incluye en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y es imposible de cumplir.

Este martes, ha visitado la planta de fabricación de electrolizadores para producir hidrógeno verde que Accelera By Cummins ha levantado en Guadalajara. El presidente del Gobierno ha presumido de que sus “decididas políticas” han permitido que el 20% de proyectos de hidrógeno verde en Europa se estén promoviendo en España, pero está equivocado: en realidad han sido las subvenciones públicas... y en parte de los fondos europeos. Así se puede ver, por ejemplo, en el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde que promueve Moeve, aunque también hay proyectos que se anuncian a bombo platillo y aún no se han empezado a hacer realidad, como el de Maersk.

Por cierto, en la visita a la planta de Accelera By Cummins, Sánchez no ha estado solo. Entre los acompañantes, estaban: Arturo Gonzalo, CEO de Enagás; el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; y la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón.