Pedro Sánchez ha sorprendido a todos y no ha asombrado a ninguno, con su profunda, ciertamente profunda, remodelación ministerial del pasado sábado 10 de julio.

Ha sorprendido que haya prescindido de su núcleo duro, una forma economicista de decir que ha sido infiel a sus tres más leales: Carmen Calvo, Iván Redondo y José Luis Ábalos. Les ha dejado tirados como una colilla y hasta, como en el caso de Iván por Bolaños, les ha sustituido por sus peores enemigos.

La vanidad del presidente se ha convertido en soberbia: ahora es esclavo de Podemos… que, a su vez, está en disolución

A partir de aquí, todas las incongruencias que podamos plantear encajan en el rompecabezas. Por ejemplo, ¿por qué permanece Reyes Maroto como ministra de Industria? Porque es casi imposible que mantenga una imagen de fracaso en su trabajo dado que no tiene trabajo alguno: en España no hay industria y no habrá reindustrialización. Como su compañero, el titular de consumo, Alberto Garzón, Reyes seguirá buscando algo que hacer y un micrófono en el que hablar.

En resumen, Sánchez ha liquidado a quienes le hacían sombra… y ahora le dará una insolación. La vanidad -defecto menor- del presidente del Gobierno  se ha convertido en soberbia -defecto mayor- ha convertido a Sánchez en esclavo de Podemos… que, a su vez, está en disolución.

Con el nuevo gobierno aumentará el guerracivilismo, el caos podemita y la chifladura Irene. En algo tiene razón la oposición: el que sobra es Sánchez

Sí, Podemos amenaza con ser un partido con más cargos que votos: una mera maquinaria de poder. Mantiene, e incluso aumenta su cuota de poder en el Ejecutivo mientras la última encuesta les llevaba a la inoperancia, con menos votos y escaños que Más País. No he dicho que Más Madrid, sino que Mas País, con el pedantuelo Íñigo Errejón-ya conocido como Íñigo ‘Errecoz’- convertido en más líder nacional que Pablo Iglesias. La expectativas de voto de Más Madrid ya superan a las de Podemos. 

Para la economía española, el cambio es a peor. Supone el ascenso de una eurócrata fracasada y mentirosa como Nadia Calviño, incapaz de comprender, como buena funcionaria, que España necesita re-industrializarse no endeudarse para repartir limosnas y dañar el bolsillo de los ricos y humillar la dignidad de los pobres.

Podemos amenaza con ser un partido con más cargos que votos: una mera maquinaria de poder

Y lo peor, lo que ya hemos dicho en Hispanidad: con el nuevo gobierno aumentará el guerracivilismo y el caos podemita y la peligrosa chifladura de Irene Montero: eutanasia, lobby LGTB, Lobby Trans, robo de la patria potestad a los padres sobre sus hijos, relaciones sexuales deshumanizados, sexo sin concepción y concepción -escasa- sin sexo, liquidación del derecho a la objeción de conciencia de médicos y sanitarios, laminación del movimiento provida, ahora perseguido con penas de cárcel y sigan ustedes contando. En algo tiene razón la oposición: el que sobra es Sánchez.

Curioso que Marlaska repita. El peor ministro, el más reprobado, el más injusto, el de mayores tragaderas asumidas… permanece en el cargo

Curiosidad que asombra hasta viniendo de  don Pedro: Marlaska repite. El peor ministro, el más reprobado, el más injusto, el de mayores tragaderas… permanece en el cargo. Eso ya queda para analistas de la psique o para mal pensados, que el cerebro de Sánchez tampoco es asequible a análisis complejos.