Pedro Sánchez ha presumido de los últimos datos del PIB, no de la evolución del PIB per cápita desde que está en La Moncloa, lógicamente, y también de ecologismo, pese a que se llevó dos aviones a la COP29 y a que le encanta viajar en el caro y contaminante Falcon (y últimamente El Mundo está dando buena cuenta de ello). “Crecemos más que nadie y crecemos más verde que nadie”, ha referido, y ha insistido en la ruina de transportar hidrógeno verde.

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El presidente del Gobierno ha inaugurado el ‘3er. Día del Hidrógeno de Enagás’, un acto al que también ha acudido la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, así como su antecesora y hoy vicepresidenta ejecutiva de Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera (está última por videollamada, eso sí). Sánchez ha garantizado que España seguirá en la senda de impulsar la transición energética y se ha reafirmado en el “Green, Baby, Green”, la descarbonización y la lucha contra el cambio climático. En todo esto se puede ver cierta contraposición a Donald Trump que, en sus primeros momentos como nuevo presidente de EEUU dijo “drill, baby, drill” -perforar, nene, perforar- para defender el impulso del fracking al declarar la emergencia energética y retirar, de nuevo, a EEUU del Acuerdo de París.

Arturo Gonzalo, Pedro Sánchez, Antonio Llardén y Sara Aagesen

 

Sánchez ha vuelto a mostrar su apoyo a la ruinosa idea de exportar 2 millones de toneladas de hidrógeno verde en un futuro para “reducir la dependencia energética europea y reforzar nuestra autonomía en un contexto de enorme incertidumbre geopolítica”. Todo esto al mismo tiempo que el Gobierno (en especial, Aagesen, que ha cogido ‘bien’ los libros de Ribera) insiste en cerrar las centrales nucleares españolas, que son la segunda fuente de generación eléctrica del país y lo hacen ¡sin emitir CO2!, por lo que refuerzan la autonomía energética española,... y todo ello cuando muchos países europeos están apostando por la nuclear. Asimismo, Sánchez se ha mostrado convencido de que el hidrógeno verde “servirá para reindustrializar con cohesión territorial, a diferencia del modelo obsoleto de los combustibles fósiles”. En esto último se equivoca, pues vamos a seguir usando petróleo y gas durante años, y por ejemplo, las refinerías de Repsol crean 11.000 empleos industriales con su negocio tradicional... y también tienen proyectos para producir hidrógeno verde al lado de donde se va a consumir, que es lo más apropiado y no ruinoso.

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Por si todo lo anterior no basta, el presidente del Gobierno ha apuntado que algunos estudios estiman que la industria del hidrógeno verde puede crear en España “hasta 180.000 nuevos empleos de aquí a 2040... y pueden ser más”. Eso sí, ¿habría que preguntarle si empleos de calidad o precarios? Además, no hay que olvidar que el cierre de las centrales nucleares afectará no sólo a la soberanía energética, sino a la industria nuclear de nuestro país, que cuenta con 30.000 empleos (entre directos, indirectos e inducidos), así como fuertemente a comarcas como la extremeña de Campo Arañuelo, por mucho que el Gobierno diga que el desmantelamiento generará algunos puestos de trabajo durante unos años. Y por cierto, habrá apagones, se encarecerá la luz y aumentarán las emisiones, como están señalando cada vez más voces. 

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Arturo Gonzalo, CEO de Enagás

 

Claro que no hay que olvidar que producir hidrógeno verde hoy aún no es rentable y que requiere de abundante energía renovable... sin dejar el tema de la infraestructura. Hace unos meses, Arturo Gonzalo, CEO de Enagás, señaló que el corredor H2Med y la Red Troncal española serán “realidad” en 2030 porque había múltiples muestras de interés no vinculantes (o sea, que aún no se habían comprometido a poner dinero)... pero también subrayó que “necesitamos más financiación”. Al hilo de esto último, Sánchez ha anunciado 400 millones de euros para los proyectos de hidrógeno en nuestro país que se han quedado fuera de la primera subasta del Banco Europeo del Hidrógeno y ha avanzado que en las próximas semanas se conocerá la propuesta de resolución provisional de la convocatoria del Programa Valles del Hidrógeno por 1.320 millones, tras haberse ejecutado ya más de 1.500 millones de euros del PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA). Pero, ¿de dónde sale tanto dinero? Sencillo, de los bolsillos de todos los contribuyentes españoles... y también del resto de los europeos. ¡Olé!

Gonzalo también ha recordado que Enagás y sus socios en el proyecto H2Med han registrado “un gran éxito”: 528 proyectos de hidrógeno de 168 empresas de España, Portugal, Alemania y Francia en la convocatoria de interés (call for interest) que lanzaron el pasado noviembre para conocer el apetito existente en el desarrollo de la infraestructura. Asimismo, ha referido que Enagás ha presentado a la segunda convocatoria de Proyectos de Interés Común (PCIs) de la Unión Europea la incorporación de cuatro nuevos tramos en la red troncal española del hidrógeno,... y así podrían recibir fondos europeos.

Gonzalo tiene tanto empeño en transportar hidrógeno verde porque Enagás fija sus tarifas (o sea, los peajes) en función de sus activos (es decir, las infraestructuras)... y si estos últimos no aumentan tampoco lo hacen sus ingresos, que andan a la baja

Cabe preguntarse por qué Gonzalo tiene tanto empeño en transportar el hidrógeno verde. Pues bien, Enagás no sólo es una empresa transportista de gas sino también el operador del sistema gasista español, hasta ahora, y en un futuro quiere serlo también del hidrógeno verde. Asimismo, fija sus tarifas (o sea, los peajes) en función de sus activos (es decir, las infraestructuras)... y si estos últimos no aumentan tampoco lo hacen sus ingresos. Algo que se vio, por ejemplo, en los resultados de los nueve meses del año pasado. Además, tampoco va bien en bolsa

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Y claro, ante la necesidad de tener más activos se ha inventado uno nuevo: el famoso hidroducto H2Med. Eso sí, por ahora, sin poner un euro... y al final lo pagarán los contribuyentes (españoles y resto de europeos) vía fondos europeos y otras ayudas, aunque Gonzalo también aspira a que lo hagan los consumidores de hidrógeno y los de gas natural con la excusa de que la tubería podrá transportar ambos, algo que dentro del sector del gas no gusta. Por cierto, Maarten Wetselar, CEO de Moeve (antes Cepsa), que también promueve la ruina del transporte del hidrógeno verde y tiene como gran proyecto el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, ha aludido a que el coste de la infraestructura se suma al coste de la molécula verde... y esto complica las cosas, aunque, al menos, ya no hay impuestazo energético. Además, Wetselaar ha anunciado que dicho valle andaluz se empezará a construir antes del verano, aproximadamente, el próximo junio, con una inversión de 3.000 millones. Eso sí, aparte de las ayudas que pueda recibir, no hay que olvidar que el primer accionista de Moeve es Mubadala, fondo soberano de Abu Dabi,... que tiene muchos petrodólares. 

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