El pamplonica José María Zandueta Munárriz (m. en 2005) resumió en esas pocas palabras la ciencia periodística y la logoterapia de Víctor Frankl. Esta segunda la dejó muy claro el discípulo antítesis de Segismundo (Sigmund) Freud, cuando resumió en pocas palabras toda su ciencia: quien tiene un porqué para vivir acabará encontrando el cómo. Como era un chico fino, no añadió lo siguiente: pero si no lo tienes o has adoptado un porqué sin contenido... que Dios te pille confesado.
Pero en estos cuatro versos del navarrico también se condensa toda mi experiencia periodística, que no sé si es buena pero es larga. Llevo años aconsejando a los periodistas jóvenes que no pasa nada porque primero redacten el titular y luego el contenido. No porque la gente sólo lea titulares (me temo que así es) sino porque, al final, lo que vende, tanto un artículo de 60 líneas, como un libro de 600 páginas, es una idea, una sola idea... una tesis, como se dice ahora.
Y todo este preámbulo es para que nos preguntamos algo: ¿Qué es lo que busca el Sanchismo? Sí, eso me temía. El problema de España no es que PedroSánchez no tenga escrúpulos, que no los tiene, sino que no tiene otro objetivo que el de permanecer en Moncloa. Para mí que se trata de un programa demasiado corto, demasiado estrecho, demasiado pobre... y escasamente entusiasmante.
Ahora bien, el caso es que Pedro Sánchez se mantiene, y va para siete años, en el poder, no por entusiasmo del pueblo, sino por miedo a la derechona, un miedo que constituye uno de los grandes logros de ese cáncer llamado Sanchismo, y que se resume en pocas palabras: el que discrepe de mí es un ultra... o un bulo, y contra los ultras no cabe sino el cordón sanitario. Esto es, su expulsión de la vida pública y, si fuera posible, su eliminación.
Fue entonces cuando llegó el mutante, un tal Donald Trump y rompió el hechizo... y caímos en la cuenta de que el emperador caminaba desnudo.