Un socialista valiente y libre (¿queda algún otro?): Joaquín Leguina, expulsado del PSOE por disentir de Sánchez
El PSOE ha suspendido de militancia al expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina, quien en declaraciones a Europa Press ha advertido al presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, que no le va a “callar la boca”.
El PSOE abrió un expediente de expulsión a Leguina y también a Nicolás Redondo Terreros el 6 de mayo de 2021, después de las elecciones autonómicas a la Comunidad de Madrid, por entender que ambos habían pedido el voto para la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien acompañaron en un acto de la campaña de las elecciones autonómicas del 4 de mayo. La decisión fue adoptada en la reunión de la Ejecutiva Federal de los socialistas posterior a estos comicios.
El expresidente de la comunidad de Madrid ha recibido hoy en su domicilio un burofax de Correos en el que se afirma que le han suspendido de militancia, según ha precisado él mismo en declaraciones a Europa Press.
Sánchez ordena expulsar a Joaquín Leguina del @PSOE por su simpatía con @IdiazAyuso.
— EQUALIZER3 (Eduardo G) (@egtegain) December 7, 2022
Se lo ha comunicado por Burofax. pic.twitter.com/7Yp3j0mc4y
Joaquín Leguina ha dejado claro que no se va a callar: “Si Pedro Sánchez piensa que con estos métodos me va a callar la boca, que vaya pensando en otra cosa”.
El también colaborador de Herrera en COPE dejaba claro en el programa que no se quedará de brazos cruzados y que hablará con sus abogados. “No me voy a quedar callado ni quieto, si hay que ir a un juez se va”.
El asunto, añade “ha estado aparcado hasta ahora cuando he debido decir algo que no le ha gustado a Sánchez y me ha llegado al suspensión de militancia”.
Joaquín Leguina se considera “un socialdemócrata clásico” una posición de la que “no se ha movido” al igual que tampoco lo han hecho, según ha reseñado “Alfonso Guerra o Felipe González”.
Por último ha recordado que en el Comité Federal del PSOE "jamás se aplaudía al jefe y se le criticaba todos los días”. “He estado en el Comité hasta con Rodríguez Zapatero, ahí ya se empezó a aplaudir, si salíamos a criticar se hacía un silencio de media hora, era tremendo ya, es el predecesor de lo que ocurrió después”.