El Pleno del Tribunal Constitucional ha estimado este martes el recurso de amparo de la exministra socialista Magdalena Álvarez contra las sentencias que la condenaron a nueve años por prevaricación continuada en el caso ERE. Ya lo dijo Pedro Sáchez, Álvarez es una víctima del fango "de la ultraderecha", y ahí está el imparcial Conde-Pumpido para hacer uso una vez más del Constitucional y cargarse otra condena más del mayor caso de corrupción de España. 

Estima el TC que la Audiencia de Sevilla y el Supremo se "excedieron" al valorar la legalidad de los proyectos del gobierno de la Junta, pues no era su función. Esta sentencia no es baladí, además de la importancia que tiene de por sí, despeja el camino de los demás condenados que podrían hacer lo mismo que Álvarez, quedando sin ningún tipo de responsabilidad el agujero de 680 millones de euros que supusieron los ERE en Andalucía. 

Con una tónica que es ya más que común, el Constitucional actúa como se espera inclinando la balanza siempre hacia el criterio que beneficia al Gobierno.

Otro ejemplo lo vimos con el fallo de ayer martes, "El Tribunal Constitucional, un tribunal al servicio del Gobierno", así de contundente se muestra NEOS ante la sentencia que "desgraciadamente" acogen "sin ninguna sorpresa". 

"La mayoría izquierdista del tribunal ha rechazado, mediante el ya tristementemente método del 7 contra 4, el recurso interpuesto por Vox contra la Ley 1/2023 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo".

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Para NEOS esta sentencia no hace más que confirmar que "el Tribunal Constitucional es esencialmente un instrumento en manos del Gobierno, al servicio de su proyecto y de sus intereses. Para cumplir con esta misión, los magistrados que componen actualmente la mayoría mal llamada progresista del tribunal de garantías no dudan en traspasar las funciones atribuidas al tribunal para convertirse en un órgano legislador o en un tribunal de casación, según la ocasión lo requiera.

Desde la organización echan en falta, una vez más y como ya es habitual, "un pronunciamiento claro del Tribunal Constitucional en defensa del derecho a la vida, consagrado claramente en la Carta Magna y en innumerables tratados internacionales suscritos por España".

"Esta utilización de la institución sume en el descrédito ante la sociedad española a los magistrados que se pliegan a los designios del gobierno y a la propia institución que ya luce orgullosa los lamparones del polvo del camino, utilizando el símil que popularizó Cándido Conde Pumpido. No cabe esperar ningún planteamiento basado en la defensa del espíritu constitucional por parte de este tribunal, que pasará a la historia como el tribunal que estuvo al servicio del proyecto de un gobierno".

Frente a estos intentos, NEOS y una parte creciente de la sociedad española y occidental "seguirá defendiendo que MATAR NO ES UN DERECHO. Hay esperanza".