Contábamos ayer en Hispanidad que no fue un buen día para el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Por un lado, el Supremo tumbaba el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática y por otro, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) admitió a trámite la querella interpuesta por la pareja de Isabel Díaz Ayuso contra la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez y el fiscal de Delitos Económicos Julián Salto. 

Relacionado

Parece que la justicia se revela contra la 'imparcialidad' de la Fiscalía. Pero haciendo gala de esa imparcialidad García Ortiz ha concedido una entrevista a La noche en 24 horas. 

El 'pobre' García Ortiz asegura que el fiscal general, es decir, él mismo, "no puede defenderse" ni "salir a la opinión pública a contestar a las barbaridades". "Si desciende a la arena política, pierde la neutralidad y la imparcialidad; está atado a su cargo".

Teniendo claro este punto de partida, a renglón seguido: acusa de prevaricar al Supremo, de un delito a la pareja de Ayuso y se autodefine como progresista. ¡Toma ya!

Relacionado

Por partes: primero asegura que el Alto Tribunal ha cambiado su jurisprudencia introduciendo "otros criterios diferentes a los que marca específicamente el estatuto" al anular el nombramiento de Delgado, que defiende como "la mejor fiscal" para el cargo.

Pero ojo, porque ya no es solo que insinúe que el Supremo no ha hecho bien su trabajo, sino que encima lo justifica afirmando que siempre se han hecho nombramientos sin criterio y ahora es a él al que le anulan el suyo. A su juicio, el Supremo ha elevado el nivel de exigencia ante los nombramientos discrecionales, subiendo así "a la disputa política". "Prácticamente el fiscal general podía nombrar a la persona que considerara más idónea y más conveniente porque los requisitos legales estaban ahí". 

Conitnúa y denuncia una "marejada" de críticas por su labor que se hacen "más cuando es de un gobierno progresista". Esta misma persona que reconoce ser progresista es Fiscal General del Estado, y en esta misma entrevista ha dicho que está atado a su cargo y que no puede perder la imparcialidad, ¿habrá algo menos imparcial que reconocer tu inclinación política? 

Y sobre la petición del PP de que dimita, García Ortiz eleva el tono y dice que no se lo plantea y les recuerda a los de Feijóo que el Gobierno no puede cesarlo, ya que su autonomía está blindada. Claro, por eso los populares piden dimisión, no ceses, porque deberían abandonar su cargo por 'vergüenza torera' tras la decisión del Supremo. 

Para acabar, es preguntado por Ayuso y se defiende asegurando que el deber del Ministerio Público de rebatir una información "parcial y falsa" que afecta a su trabajo. Insistimos, en la misma entrevista reconoce que no puede entrar en el debate de críticas porque perdería la imparcialidad que le exige el cargo. 

"Perseguir al perseguidor es algo que ocurre muchas veces", y señala que al ponderar el deber de confidencialidad, se estimó que debía prevalecer "el derecho a la información y a conocer una información veraz". Claro, algo de lo que tiene que encargarse la Fiscalía, como todos sabemos.