La Reforma Laboral de la ministra trabajadora ha cumplido dos años. Además de conseguir ser el país con más paro de toda la Unión Europea y toda la OCDE, Yolanda Díaz siempre se felicita por sus 'logros'. Al que más bombo da es a que ella solita ha acabado con la precariedad laboral.

Díaz se refiere a la bajada de los contratos temporales, aunque ya ha quedado más que demostrado que Díaz miente un pelín con las datos, que maquilla gracias a los fijos discontinuos. Por ejemplo, en enero se realizaron 1.185.600, un 1,26% menos que en el mismo mes que 2023, de los que 506.622 fueron indefinidos, el equivalente al 42,73% del total, por lo que la mayoría de los contratos firmados siguen siendo precarios, a lo que hay que descontar, dentro de los indefinidos, los fijos-discontinuos. Asimismo, de los contratos firmados casi la tercera parte (un 23%) lo son a tiempo parcial.

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En otras palabras, el empleo sigue siendo igual de precario y temporal que antes de que Yolanda llegara a ministra, aunque ella diga lo contrario.

Y por su fuera poco, se ha conocido que las Administraciones Públicas no se aplican el cuento del que presume Yolanda, Así, la tasa de temporalidad del sector público, roza el 30%, sólo ha descendido minimamente este año situándose en el 29,58%. Datos "inaceptables" según los sindicatos. 

Parece que a Yolanda se le da muy bien eso de 'ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio', porque la tasa dobla la del sector privado, situada en el 13,2%. Es más, España se sitúa como segundo país europeo con mayor tasa de temporalidad, 18,1% que sale de la suma de los sectores públicos y privado, sólo por detrás de Holanda que tiene una tasa del 23,2%. Por lo que España sigue muy por encima de la media de la Unión Europea del 12,1%. 

Algo que también se ve en la última EPA, que sitúa en casi 3,6 millones de empleados públicos en el cuarto trimestre del año pasado, de los que más de un millón tienen contrato temporal. 

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Pero Yolanda hace caso omiso y se centra en lo importante: una mesa de diálogo social con el colectivo LGTBI para abordar sus derechos en el ámbito laboral. "No podemos permitir que sigan sufriendo discriminación. El trabajo tiene que ser, y será, un espacio seguro".