El PSOE saca pecho... creo. Ha enviado un folio que resume el programa, enmarcado con el lema de estas elecciones: "Más Europa". Copiado, por cierto, de la frase reiterada de Felipe González, para quien la solución a todos los problemas de Europa era esa: más Europa. Se ve que los chicos del PSOE no se han esforzado mucho esta vez. 

Sánchez está convencido que ganará las elecciones gracias al reconocimiento del Estado Palestino, algo que le traerá muchos réditos y, posteriormente, un montón de problemas y sobre todo, gracias al miedo. A los pérfidos ultras, claro está.

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El programa es más de lo mismo: ecología, ahora que en Europa comienza el anhelado reflujo, feminismo y unas cuantas mentiras. Por ejemplo, que gracias a los ERTE se salvó empleo o que los fondos europeos, cifrados en 160.000 millones de euros van a reindustrializar España. 

No hay programa pero sí hay discurso: el de siempre, el dóberman, el miedo a la internacional ultra que el Sanchismo coloca en minúscula, porque nunca hubo otras internacionales que las de izquierdas, la socialista y la comunista, que están, cual plaga siniestra, escondidos por todos los rincones dispuestos a saltar a la yugular del probo progresista. Ojo al dato: "En Europa avanza una ultraderecha reaccionaria que quiere recortar derechos y revertir los avances sociales y medioambientales logrados en las últimas décadas. Avanza también una derecha cada vez más conservadora que imita las técnicas y el discurso de la internacional ultra y que quiere devolvernos a la época de recortes, austeridad y precariedad que tanto nos ha costado dejar atrás".

La lista: pues 'arrecogíos' del partido como un César Luena, Idoya Mendía o Leyre Pajín, encantados de practicar ese canto a la egolatría que supone la condición bienpagá del eurodiputado.