Mientras los demócratas siguen tratando de digerir la aplastante derrota que sufrieron en las elecciones presidenciales, entrando en un auténtico conflicto interno, con luchas intestinas, culpándose mutuamente unos a otros, y sin hacer una auténtica reflexión acerca de los motivos reales de su fracaso, los americanos se muestran muy optimistas ante la nueva Administración del presidente electo Donald Trump y el vicepresidente electo JD Vance, que comenzará el próximo 20 de enero.

Así, según una encuesta de CBS News, un 59% de los estadounidenses aprueba la transición presidencial y futura Administración Trump-Vance, frente a un 41% que la suspende, y un 55% de los estadounidenses se muestran muy satisfechos porque Trump resultara vencedor en los comicios.

Los nominados por Trump para su gabinete, que tendrán que ser confirmados por el Senado, han tenido una gran acogida por la ciudadanía, a pesar de la campaña de desprestigio orquestada por la progresía mediática.

Entre los nominados, el nombre preferido por los electores es el del hispano Marco Rubio, actual senador por Florida, que ha sido designado como secretario de Estado, de tal forma que se puede convertir no sólo en el primer hispano en ostentar la jefatura de la diplomacia estadounidense, sino en el hispano que alcanza el puesto político más relevante en la historia de Estados Unidos.

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El siguiente nombre más celebrado por los electores es el de Robert F. Kennedy Jr., hijo de Bobby Kennedy y sobrino de JFK, uno de los más denostados por los medios de comunicación, por sus posturas abiertamente críticas sobre las medidas liberticidas adoptadas por la Administración de Joe Biden y Kamala Harris durante la pandemia del Covid-19.

También la mayoría se muestra favorable a que el magnate Elon Musk juegue un papel relevante en la Administración Trump-Vance, como co-responsable del comisionado para la Eficiencia Gubernamental, junto con el emprendedor y candidato en las primarias presidenciales republicanas Vivek Ramaswamy.

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Y ese optimismo se ha trasladado también al plano económico. Según una encuesta de la prestigiosa agencia demoscópica Gallup, la valoración de la ciudadanía acerca de las perspectivas económicas del país ha mejorado nueve puntos desde la victoria de Donald Trump.

Esta tendencia se confirma también en el sondeo de CBS News, donde una mayoría de ciudadanos, un 44% frente a un 35%, opina que los precios bajarán durante la presidencia de Trump, y un 52% aprueba la política arancelaria propuesta por el presidente electo.

En cuanto a la política migratoria, uno de los temas fundamentales durante la campaña, y uno de los peores legados de la Administración demócrata saliente, un 57% aprueba los planes de Trump para combatir la inmigración ilegal y las mafias de tráfico de personas.