Marco Rubio revoluciona el Departamento de Estado: adiós al woke y a la ideología climática
Como hemos venido contando en Hispanidad, los primeros días en la Casa Blanca del segundo mandato del ya presidente de Estados Unidos, Donald Trump, están suponiendo una auténtica revolución, con numerosos decretos presidenciales que persiguen poner fin al progresismo radical de la Administración de Joe Biden y Kamala Harris que llegó a su término el pasado 20 de enero.
Entre tales iniciativas, destacan diversas actuaciones en relación con el combate del ecologismo radical, la lucha contra la inmigración ilegal y la defensa de la libertad de expresión frente a la censura progresista.
Dado el profundo calado de las reformas planteadas por la Administración Trump-Vance (donde los católicos jugarán un papel fundamental), uno de los puntos más relevantes es la nueva posición de Estados Unidos en materia de política exterior. La cuestión no es baladí, el primer cargo nominado por Trump que ya ha sido confirmado con el voto unánime del Senado es el hasta ahora senador por Florida, el hispano Marco Rubio, que ya es el flamante nuevo secretario de Estado de Estados Unidos.
Y parece que Rubio no quiere perder el tiempo. En sus primeros días en el cargo ha dirigido un relevante cable diplomático a todas las misiones diplomáticas estadounidenses, publicado por Real Clear Politics, que acredita el importante cambio de timón que pretende la nueva Administración republicana de cara a la política exterior de la primera potencia mundial, indicando que “se avecinan cambios radicales en un departamento que ha priorizado erróneamente la ideología por encima del sentido común”.
La iniciativa de Rubio ha sido respaldada por sus colegas republicanos, que durante años han denunciado el progresismo del Departamento de Estado. No en vano, Rubio fue el autor de un extenso informe, que condenaba la ideología woke del Departamento de Estado. Y los cambios no son meras palabras: no menos de 20 funcionarios del Departamento de Estado, entre diplomáticos de carrera y cargos políticos designados por el expresidente Joe Biden, han recibido una notificación de que sus servicios ya no son necesarios.
En relación con la ideología woke, Rubio ha advertido que bajo su liderazgo, el departamento que dirige pondrá fin a todas las prácticas de evaluación y promoción que no sean aquellas basadas en “desempeño y mérito”, y ha indicado que “la meritocracia estricta es esencial para asegurar el futuro de nuestra nación”.
Ya en su período en la Cámara Alta, Rubio denunció que el énfasis en políticas progresistas a nivel diplomático había socavado la influencia estadounidense en el extranjero. En un informe de 2023, en coautoría con el congresista por Florida Brian Mast, el entonces senador denunció cómo el embajador de Biden en Francia, de acuerdo con las instrucciones del secretario de Estado Antony Blinken, había “eliminado pinturas de figuras de la era de la fundación de Estados Unidos y las había reemplazado con fotografías de una persona transgénero, un manifestante violento y de líderes socialistas y comunistas en nombre de la diversidad”.
“Gran parte de la diplomacia estadounidense se centra en impulsar causas políticas y culturales que causan división en el país y profundamente impopulares en el extranjero, esto crea fricciones innecesarias con otras naciones y obstruye nuestra capacidad de llevar a cabo una política exterior pragmática y trabajar cooperativamente con otras naciones para promover nuestros intereses nacionales fundamentales", continúa señalando la misiva del nuevo jefe de la diplomacia estadounidense.
También el cable denuncia la censura progresista, afirmando que las“agencias y programas de nuestro propio gobierno se han involucrado en censura, represión y desinformación por su cuenta”. Con ello, Rubio recordaba que durante la Administración Biden-Harris, los republicanos acusaron al Centro de Compromiso Global, promovido por el Departamento de Estado, de estar involucrado en la censura de los estadounidenses y la inclusión en listas negras de organizaciones de medios nacionales. En particular, Elon Musk calificó al centro como “el peor infractor de la censura del gobierno y los medios de comunicación de Estados Unidos”.
Si bien Rubio destacó que el departamento estará vigilante ante la “propaganda enemiga”, también indicó que cualquier programa bajo su jurisdicción que“conduzca o de alguna manera abra la puerta a la censura del pueblo estadounidense será eliminado”.
Rubio también ha señalado al ecologismo radical de la Administración Biden-Harris. En este punto, mientras que Biden calificó al cambio climático como una amenaza existencial y una máxima prioridad, y ordenó al Departamento de Estado que situara el tema en primer plano, Rubio ha afirmado que esto fue un error, y que“gran parte de la política exterior estadounidense se ha reorientado en torno a políticas climáticas que debilitaron a Estados Unidos”. Rubio ha culminado indicando que el Departamento de Estado se centrará en la misión del presidente Trump de garantizar la independencia y soberanía energética estadounidense.
Con su mensaje, Rubio demuestra su gran conocimiento del ámbito diplomático, que se acredita por haber formado parte durante más de una década del prestigioso Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Frente a la obsesión europea contra Rusia, Rubio siempre situó a China como el principal enemigo de Estados Unidos, y se mostró muy crítico con el consenso de política exterior progresista que surgió después de la Guerra Fría.
El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, ha ensalzado a Rubio, con quién coincidió como senador y ha afirmado que Rubio: “Más que casi cualquier persona que he conocido en Washington tiene un profundo conocimiento de las características distintivas y prioridades del presidente Trump”.