En Argentina, la Confederación General del Trabajo (CGT), el mayor sindicato, había convocado una huelga general para ayer 10 de abril, contra las políticas económicas del presidente Javier Milei, que sigue a lo suyo, aplicando su famosa “motosierra”, para recortar gasto público innecesario o superfluo y liberalizar la economía dando más protagonismo a la iniciativa privada…
La Inspección General de Justicia, dependiente de la Secretaría de Justicia, inscribió la transformación de cinco empresas estatales en S.A. Es un paso clave para poner fin al uso político de estas empresas.
— Ministerio de Justicia (@MinJusticia_Ar) April 10, 2025
Ahora deberán de rendir cuentas y presentar sus balances como… pic.twitter.com/z4d3UTKPZU
La CGT protesta para pedir un incremento "de emergencia" en la cuantía de las pensiones y para "repudiar la represión policial" que tuvo lugar el pasado 12 de marzo, en la habitual convocatoria de los jubilados, que se saldó con 124 detenidos y 46 heridos.
Lo cierto es que, en este momento, los principales sindicatos argentinos izquierdistas se encuentran faltos de argumentos debido al éxito de la política económica de Javier Milei, que ha logrado bajar la inflación -el principal problema de la economía argentina-. Gracias a esta bajada de la inflación, muchos argentinos han podido conseguir productos básicos de la cesta de la compra a precios asequibles, como por ejemplo, la carne.
En consecuencia, tras quedar desactivadas sus protestas contra los altos precios de los productos básicos, los sindicatos argentinos convocan ahora movilizaciones para pedir la subida de las pensiones, pero también para protestar por el recorte de las pensiones superfluas, como las de los 'ñokis', aquellos funcionarios que cobran a finales de mes, sin haber dado palo al agua -es decir, subvenciones disfrazas de pensiones-, y se van a celebrarlo comiendo esa forma de pasta italiana…
Como no podía ser de otra manera, la Confederación General del Trabajo (CGT) ha valorado como un "éxito rotundo" la huelga general. Su cosecretario, Héctor Daer, señaló que "el movimiento obrero lleva adelante una agenda clara y concreta para que se cambien las políticas de ingresos" del Ejecutivo argentino.
Sin embargo, el portavoz de la Presidencia, Manuel Ardoni, aseguró que la huelga "persigue intereses políticos y nada tiene que ver con los trabajadores". “Este es el paro de la casta sindical kirchnerista de los Moyano, que por tercera vez dejan sin trabajar a millones de argentinos". "Dejan al trabajador sin tren mientras ellos se mueven en coches importados".
Por cierto que el Fondo Monetario Internacional (FMI) comunicaba esta semana que ha pactado con el Ejecutivo argentino un programa de rescate valorado en 20.000 millones de dólares (más de 18.500 millones de euros): "El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas han llegado a un acuerdo a nivel de personal sobre un programa económico integral que podría estar respaldado por un acuerdo de 48 meses en el marco del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) por un total de 20.000 millones de dólares". Ya veremos a cambio de qué...