Joe Biden presenta su dimisión forzada y, en venganza, propone a su vicepresidenta, Kamala Harris, como candidata a la Casa Blanca. Kamala la mala, como aseguran los hispanos seguidores de Donald Trump. La verdad es que la dimisión de Biden, al que han echado los Obama de la nominación, ha sido más bien un cese, toda vez que le había nominado el partido y Harris la vicepresidenta más ignorada de los Estados Unidos, ha estado mirando para otro lado, sabedora de que la defenestración de Yayoyou podía convertirse en su gran posibilidad.

Sí, Joe Biden ha recomendado a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata del Partido Demócrata a la Casa Blanca. Curioso porque, como digo, no deja de ser la misma persona que, al no mojarse expresamente, le ha dejado tirado ante quienes le exigían la dimisión como candidato presidencial.

Ya antes, durante las primarias de 2020, Kamala Harris fue la competidora de Biden que con más ahínco le reprocho que fuera tan sobón con la señoras. No es una cuestión baladí. Recuerden que, en aquel momento si hubiesen prosperado las varias denuncias de  distintas mujeres que habían acusado a Biden de acosarlas y manosearlas demasiado, jamás hubiera ganado la nominación.

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Pero, en fin, ahora resulta que Kamala Harris es su candidata, a regañadientes, cierto, dado que no le apoyó en su comunicado del domingo 21 sino en las redes sociales, un rato después y a remolque.

Aún así, a los que Biden no perdona es a los Obama y a otros pesos pesados del Partido Demócrata que no le han permitido competir con Trump. Por eso ha propuesto a Kamala Harris: es una forma de detener a otros candidatos que le han pedido, directamente, que se retire.

La sentencia política más profunda de Kamala fue la que dirigió a los emigrantes hispanos tras fracasar su negociación con México: ¡No vengáis!

De Kamala Harris me preocupa tanto su pericia ideológica como su impericia política. Me explico: es feminista, es abortera y es, atención, sincretista. Hija de un economista jamaicano y de una doctora india, se le puede llamar afroamericana o asiático-descendiente, que ambas cosas es. Y esa mezcla de razas podría y debería ser estupenda, pero somos aquello en lo que creemos y resulta que Kamala Harris pasó por una parroquia baptista y por un templo hindú. Y lo que me preocupa no es que opte por uno o por otro, lo que me preocupa es que parece haber optado por ambos, es decir, por ninguno. Es una mujer ecléctica, lo suficientemente frívola como para casar cristianismo y panteísmo y lo suficientemente superficial para mezclar ambas filosofías, que es como mezclar el tocino con la velocidad y defender que la mezcla resulta sostenible.

Dice que el sincretismo es uno de los signos de nuestro tiempo. Lo mismo aseguraban los romanos, cuando decidieron aceptar todas la religiones, todos los credos, todas las filosofías, todas las cosmovisiones... con tal de que se supeditara, al culto a la emperador, adoración incluida... y el sincretismo fue la causa de la caída del Imperio romano de Occidente.

Joe Biden no se ha ido, le han echado, sobre todo los Obama SA, que preparan a la prepotente Michelle para la Casa Blanca. En venganza, Yayoyou propone a Kamala, que es muy mala: sincretista, abortera, frívola e impopular

Ese sincretismo fue la causa de la caída del Imperio, porque ni el poder más omnímodo del mundo puede ser sostenible en la contradicción. No se puede gobernar con algo y su contrario, todo a un tiempo. De eso sólo es capaz Pedro Sánchez pero es que Sánchez no gobierna, sólo reina e impera.

El sincretismo siempre es frívolo. Recuerden que al comienzo de legislatura, un Biden que nunca sintió el menor aprecio por su vicepresidenta. Le envió a hablar con el Gobierno de México sobre Migración. El fracaso fue tan sonado que López Obrador se negó a negociar con ella y envió en su lugar a su ministro de Exteriores.

Harris pronunció entonces su sentencia política más profunda, se dirigió a los inmigrantes hispanos y les advirtió: ¡No vengáis! Ni que decir tiene que con ello se arregló el problema migratorio, en su totalidad manifiesta.

Resumiendo: Joe Biden no se ha ido, le han echado, sobre todo los Obama SA, que preparan a la prepotente Michelle para la Casa Blanca. En venganza, Yayoyou propone a Kamala, que es muy mala: sincretista, abortera, frívola e impopular.

La herencia del dimitido Biden es un mundo de moral invertida, donde el bien se ha convertido en mal y el mal en bien, y en estado de guerra. ¡Qué cuatro años llevas Joe!

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Por cierto, a favor de Harris, frente a Trump, aseguran, está el voto femenino... ¿pero quién les ha dicho a los progres españoles que las mujeres son feministas?