El mundo del deporte femenino es uno de los más afectados con las leyes trans que corren a lo largo y ancho del mundo. Uno de los casos que más polémica ha suscitado en torno a las competiciones de mujeres con deportistas trans, ha sido el de la nadadora Lia Thomas -antes Will-. Y es que, la Federación Internacional (FINA) de natación propuso una nueva categoría para acoger a los transgénero, dado que las nadadoras que competían con Thomas se niegan a competir con deportistas transgénero que superan sus posibilidades por una simple cuestión biológica: son hombres. 

Más recientes los casos que contamos en Hispanidad: el de un atleta trans que batía el récord en los 200 metros... en la categoría femenina y el de una ciclista trans que pulverizó a sus competidoras en una carrera, lo que provocó que una de sus rivales se retira del deporte: "Es desalentador acabar perdiendo contra un hombre". Para denunciar el absurdo al que se ha llegado un entrenador de levantadoras de pesas se llegó a inscribir en la categoría femenina y batió el récord... que poseía un trans.

Ante el aumento de casos y las polémicas desatadas, la federación internacional de atletismo, World Athleticsm presidida por Sebastian Coe, anunció que las atletas trans no podrán competir en categoría femenina en pruebas internacionales, medida que entró en vigor a partir del 31 de marzo.

Esta medida no ha gustado nada al progresista e incansable Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que ha propuesto una regulación federal para que las personas transgénero no sean discriminadas en el deporte. La propuesta establece que los centros educativos que reciben financiación federal no puedan prohibir de manera general la participación de personas trans en actividades y competiciones deportivas en el género con el que dicen identificarse. 

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"La regla propuesta establecerá que las normas violan el Título IX cuando veten de forma categórica la participación de estudiantes transgénero en equipos deportivos dentro de su identidad género por ser quienes son", el Título IX al que hace referencia es un conjunto de normas que prohiben la discriminación sexual en centros educativos que reciben financiación federal.

El texto "también reconoce que, en algunos casos, en especial en ambientes de competencia en institutos y universidades, algunos centros podrán adoptar políticas que limiten la participación de estudiantes transgénero", eso sí, los centros tendrán que justificar que los deportistas trans suponen un problema para que haya una competición justa o que puedan suponer un aumento de lesiones para imponer un veto.

“La discriminación no tiene lugar en las escuelas de nuestra nación y tampoco en sus campo de juego“, aseguró la Casa Blanca en un comunicado. 

La medida ha desatado las críticas de los republicanos, Manny Díaz Jr., el comisionado de educación de Florida aseguró: "Mucha suerte, esto no va a ser aceptado en Florida", "Nunca permitiremos que los chicos participen en el deporte femenino. Pelearemos este abuso con uñas y dientes. Y no pararemos para mantener las protecciones que el Título IX ofrece a las mujeres". Y que ya son 20 estados los que han aprobado normas para prohibir la participación de estudiantes transgénero en competiciones del género con el que se identifican, algo que entrará en conflicto con la norma Biden, por lo que se espera una larga batalla judicial. 

Aunque el bueno de Joe también ha desatado la furia del lado más radical de su partido, ya que dejar la posibilidad abierta a que los centros puedan justificar el rechazo a una persona trans en un deporte, les ha parecido de lo más discriminatorio. En este sentido, Alexandria Ocasio-Cortez, diputada demócrata por Nueva York, ha calificado la propuesta de "indefendible y vergonzosa". 

Lia Thomas, de la que hablábamos al comienzo de este artículo, también ha pedido a la Administración Biden "proteger" a los niños trans y que les permita competir contra mujeres.