El presidente de EEUU, Joe Biden, prorrogó por un año más el decreto que califica al régimen venezolano como una amenaza inusual para la seguridad de Estados Unidos. 

El decreto extendido este miércoles por la administración Biden denuncia ”la violación de Derechos Humanos por parte del Gobierno de Venezuela, la persecución de políticos opositores, la restricción de la libertad de prensa, el uso de la violencia y la represión a las protestas, la detención arbitraria de manifestantes y la presencia exacerbada de una importante corrupción gubernamental”.

La actual guerra en Ucrania separa todavía más las posturas de Estados Unidos y la dictadura de Nicolás Maduro, uno de los pocos aliados del régimen de Vladimir Putin, quien, por cierto, ha encontrado en la India otro aliado inesperado, después de que su Gobierno se negase a firmar una declaración de condena a la invasión rusa de Ucrania. 

Por ello, el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, afirmó este miércoles en Nueva Delhi que espera “que la India use su capacidad diplomática para hacer entender a Rusia que esta guerra tiene que acabar. En palabras del primer ministro indio, (Narendra) Modi, este no es tiempo para la guerra”. 

Y otro frente se le abre a EEUU: China envía 25 aviones de guerra y tres buques hacia Taiwán. Y Taiwán ha respondido a la postura de Pekín actualizando su flota de aviones de combate F-16 y ordenando 66 aviones más de EEUU.