Hispanidad recogía recientemente la "arbitraria" detención por parte de la dictadura de Nicolás Maduro de la activista en defensa de los derechos humanos Rocío San Miguel, con la excusa de que está “presuntamente vinculada” con un intento de asesinato del dictador Maduro.

Antes de esa detención, el pasado viernes 27 de enero, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela (dominado por el chavismo) ratificó la inhabilitación durante 15 años de la opositora María Corina Machado. 

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Pero es que cada día, la dictadura comete nuevas arbitrariedades y tropelías. La última ha sido la expulsión de Caracas de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, por supuestamente "agredir la soberanía y autodeterminación del país con mentiras, falsificaciones, desinformaciones y manipulaciones".

La portavoz, Ravina Shamdasani, ha reaccionado así: “Lamentamos este anuncio y estamos evaluando los siguientes pasos a seguir”.

Por su parte, países hermanos hispanoamericanos como Argentina, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Uruguay rechazaban la medida: